Más de 156 millones de brasileños están llamados a votar este domingo en la primera vuelta de las elecciones más polarizadas de la historia de Brasil, en las que el exmandatario izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva es el gran favorito frente al presidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
La duda que arrojan los sondeos es si el patriarca de la izquierda brasileña, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, logrará vencer en la primera vuelta, para lo que se necesitaría el 50 % de los votos útiles (excluidos los blancos y nulos), o si será necesario el balotaje del 30 de octubre, como prefiere el actual mandatario para poder buscar alianzas.
Estos dos líderes antagónicos acaparan desde hace mucho tiempo todos los focos y no han dado opción a los dos aspirantes que buscaban erigirse como una suerte de tercer vía, el centroizquierdista Ciro Gomes, exministro y exaliado de Lula, y la senadora del centroderechista Movimiento Democrático Brasileño (MDB), Simone Tebet. A lo sumo, serán relevantes si sacan un buen número de votos, en función de a quién apoyen en un eventual segundo turno.
Además de ellos, hay otros candidatos menores, que juntos suman muy pocos puntos en intención de voto, entre ellos Felipe d’Avila, del liberal Partido Novo, Soraya Thronicke, del derechista Uniao Brasil, o el padre Kelmon, del derechista Partido Laborista Brasileño (PTB), aliado de Bolsonaro.
El voto electrónico
Esta elección, que podría consolidar el giro izquierdista emprendido en América Latina hace algunos años, se da en medio de una gran tensión, después de una campaña violenta con tres asesinatos tras disputas políticas, y de temores de que se produzcan disturbios en caso de que Bolsonaro, que lleva años sembrando dudas sobre la confiabilidad del sistema de voto electrónico que se usa en Brasil desde 1996, se niegue a aceptar una eventual derrota.
Aunque toda la atención internacional se centra en la cursa presidencial, los brasileños también deberán escoger 513 diputados federales, 27 senadores, 27 gobernadores, así como cientos de diputados estatales y del Distrito Federal.
En el gigante latinoamericano el voto es obligatorio para mayores de 18 años y facultativo para analfabetos, mayores de 70 años y personas entre 16 y 17 años. Los ciudadanos que no voten y no puedan justificar el motivo pueden estar sujetos a una multa. En 2018, la tasa de participación en la primera vuelta se acercó al 80 %.
La votación –entre las 8:00 y las 17:00 hora de Brasilia– se realiza en 5.570 ciudades del país y en 181 localidades del exterior.
Para estas cruciales elecciones, Brasil cuenta con una centena de observadores internacionales, una cifra récord, de organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA), el Parlamento del Mercosur, la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa o del Centro Carter.
¿Qué dicen las últimas encuestas?
El 1 de octubre se dieron a conocer los resultados de las últimas encuestas sobre intención de voto. El sondeo de Ipec, efectuado a instancias del portal Globo, concede el 51 % a Lula y a Bolsonaro el 37 %. La empresa precisó que si se tienen en cuenta todos los votos y no sólo los válidos (en blanco, nulos y los indecisos), el expresidente obtendría el 47 % y el actual mandatario el 34 %.
Paralelamente, los datos del estudio de la empresa Datafolha, publicados este sábado, le otorgan al izquierdista un 50 % y al derechista un 36 %. En cuanto al total de votos, Lula recabaría el 48 % y su principal contendiente el 34 %.