La Justicia argentina logró acceder a los datos del teléfono celular del hombre que está acusado de intentar matar a la vicepresidenta, Cristina Fernández, el 1 de septiembre pasado, según confirmaron este jueves fuentes policiales.
La recuperación del contenido de su teléfono es relevante porque en el primer intento de extraer la información del teléfono, el día posterior al atentado, por parte de la Policía Federal Argentina, se bloqueó y formateó el aparato, lo que derivó en una investigación por parte de la Justicia para saber si hubo alguna irregularidad en el peritaje.
Según indicó el director de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), José Glinski, a los medios apostados en la puerta de los tribunales a donde se llevó el contenido, la fuerza colocó el chip del teléfono del acusado Fernando Sabag Montiel en un teléfono similar para poder acceder a la información en la nube.
“El dato más importante” es que la PSA pudo recuperar toda la base de datos de la aplicación de mensajería Telegram, que es una herramienta que se utiliza para la comisión de delitos, dijo Glinski, quien agregó que “es clave” haber recuperado todos los archivos de multimedia y que se recuperaron los mensajes de la aplicación Whatsapp “después del hecho”.
También se pudo relacionar el número de teléfono con cuentas de Google y acceder a las redes sociales como Instagram que “son útiles para la investigación” porque además de publicar fotos y videos se envían mensajes.
“Hay muchas cosas de interés”, dijo Glinski, quien contó que la PSA recibió colaboración de EE.UU. e Israel, pero se prevé que el análisis va a llevar tiempo.
Cristina Fernández, que fue presidenta entre 2007 y 2015, salió ilesa el 1 de septiembre pasado de un ataque se produjo frente a la puerta del edificio de Buenos Aires en el que vive, durante una manifestación de seguidores que le transmitían su apoyo después de que el pasado 22 de agosto un fiscal solicitara 12 años de prisión para ella por presunta corrupción.
La Justicia argentina ya procesó y mantiene en prisión preventiva a Fernando Sabag Montiel -de 35 años, acusado de ser quien disparó a la vicepresidenta sin que detonara-, Brenda Uliarte -de 23 años, la novia del atacante-, acusados de la coautoría del ataque.
También a Nicolás Carrizo, de 27 años, y Agustina Díaz -de 21 años y amiga de Uliarte-, como “partícipes secundarios” del “plan común” de dar muerte hace un mes a la vicepresidenta, Cristina Fernández, con los otros dos detenidos por el ataque.
A los detenidos se les imputa la “planificación del intento premeditado de dar muerte” a Cristina Fernández en la causa caratulada como tentativa de homicidio agravado.
EFE