La sucesión de crisis en que vive sumido a Haití ha llevado a que la ONU detecte por primera vez en este país a personas en el peor nivel de inseguridad alimentaria, catalogado de “catastrófico” y que, extendido en el tiempo, puede llevar a la declaración de hambruna en un determinado territorio.
El último análisis alimentario ha detectado a 19.000 personas de Cité Soleil, a las afueras de Puerto Príncipe, en el último de los cinco estadios que advierte del hambre, el cinco. En total, 4,7 millones de personas viven en Haití con una inseguridad alimentará grave, de las cuales 1,8 millones están ya en situación de “emergencia”.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) han alertado de “un ciclo de desesperación creciente” en Haití, “sin acceso a comida, combustible, empleos y servicios públicos”. La situación ha llegado al límite en la capital y su región metropolitana.
En el caso de Cité Soleil, donde hay una gran presencia de grupos armados, la situación no ha hecho más que empeorar en los últimos tres años y ya tiene al 65 por ciento de su población con niveles altos de inseguridad alimentaria. Un 5 por ciento necesita asistencia “urgente”, ya que su vida corre peligro por la falta prolongada de comida.
Para muchos haitianos, la cesta básica de la compra está ya fuera del alcance, con una inflación disparada que ronda el 33 por ciento. El coste del combustible también se ha duplicado, agudizado por la reciente retirada de los subsidios, y el país vuelve a observar ahora con precaución el avance de un brote de cólera.
El principal representante de la FAO en Haití, José Luis Fernández Filgueiras, ha llamado a aumentar la movilización para ayudar a las familias no sólo con alimentos de urgencia, sino también con vistas a que puedan obtener su propio sustento para el futuro. El director del PMA, Jean-Martin Bauer, ha afirmado que, “aunque es un momento de tumulto en Haití”, hay salida si se actúa a tiempo.
Europa Press