Al menos 96.000 personas se vieron forzadas a dejar sus hogares en Puerto Príncipe, la capital de Haití, empujados por la violencia provocada por las bandas armadas, según un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
De acuerdo al organismo intergubernamental con sede en Suiza, en solo cinco meses se ha triplicado el número de desplazados en el país, que atraviesa una crisis económica, social y política que se agravó desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse, en 2021.
El estudio fue elaborado entre junio y agosto de este año y contabiliza 113.000 desplazamientos, de los cuales 96.000 están ligados a la violencia, mientras que otros 17.000 corresponderían a damnificados por el terremoto que sacudió el sur del país en agosto del año pasado.
La violencia está relacionada principalmente con pandillas que operan en el área metropolitana de Puerto Príncipe. Estos grupos accionan mediante extorsión, secuestros y actos delictivos más amplios en un contexto caracterizado por profundas desigualdades, altos niveles de privación de las necesidades humanas básicas y un entorno de seguridad fragmentado, indica la OIM.
Los barrios con los niveles más altos de violencia a menudo reportan dificultades económicas, con aumentos recientes en los precios de los alimentos y el combustible, que desestabilizan aún más los ya precarios medios de vida.
De acuerdo al informe, casi ocho de cada diez desplazados viven en comunidades de acogida, mientras que el 21 % restante permanece en asentamientos habilitados para dar refugio a estas personas.
La coordinadora de Naciones Unidas (ONU) en Haití, Ulrika Richardson, aseguró que la organización trabaja “codo con codo” con aliados y autoridades locales, “para ayudar a aliviar los problemas a los que se enfrentan las familias más vulnerables”.