El Seibo. Al día siguiente del huracán Fiona, los moradores del sector José Francisco Peña Gómez, en la provincia de El Seibo, empezaron a notar corrientes de aguas residuales al frente de sus viviendas.
A la fecha, casi dos meses después, los habitantes del lugar, quienes han reportado estar enfermándose y presentando síntomas como fiebre, dolores de cabeza, vómitos y diarrea, imploran solucionar el problema.
De acuerdo con los ciudadanos, aunque el agua brota de un registro sanitario de una de las viviendas del lugar y recorre otras 13 viviendas, fueron informados por el propio departamento del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa), en su oficina local, que el sistema de alcantarillado del barrio está colapsando, porque las tuberías son de cemento y, a raíz del cúmulo de agua durante el paso del huracán Fiona está empezando a colapsar.
Asimismo, los vecinos del sector afirmaron que, Inapa refirió, además, es necesaria la aprobación de un presupuesto para lo cual, una compañía intervenga el problema que tiene en zozobra a los moradores. Detallaron, igualmente, que la calle más afectada es la que conduce hacia la escuela Juan Sánchez Ramírez, donde las aguas negras corren en las puertas de las viviendas y deben brincarla al entrar o salir de sus hogares.
“Ya nos estamos enfermando”, apuntó una señora que reside en el lugar, y sufrió repercusión en su salud a consecuencia de la contaminación. Agregó que, “debemos tener a los niños trancados, tampoco nadie puede venir a nuestras casas, pero mucho menos podemos sentarnos en nuestras salas, y, ni hablar de la cantidad de mosquitos que hay”.
De la misma forma, Carmen Motta, otra de las afectadas denunció que las aguas negras corren por toda la calle y el hedor es insoportable, en tanto, pidió la intervención urgente de Inapa y la atención de otras instituciones como Salud Pública y Medio Ambiente, debido a que la mayoría de los habitantes del barrio son niños y personas mayores.
Sobre el problema, una persona que omitió su nombre dijo que” La gente que se fue mudando luego de la construcción del complejo habitacional y los que ampliaban, fueron conectándose en algo que no se terminó. Ese sistema se dejó a medias. En cualquier momento eso puede explotar”.