Un terremoto de 5,7 grados de magnitud sacudió este miércoles el centro de Italia sin que, por el momento, se hayan registrado daños importantes, según confirmó el cuerpo de bomberos.
El seísmo se originó a las 7.07 horas (6.07 GMT) en la costas de la localidad de Marchigiana Pesarese, en Pesaro Urbino, en la región de Las Marcas (centro de Italia) y a 8 kilómetros de profundidad, pero fue advertido en todo el centro del país, incluido Florencia y Roma, informó el Instituto italiano de Geofísica y Vulcanología (INGV)
Después del primer temblor se produjeron otros dos de menor intensidad de 3,4 y 4,0 grados, según las mismas fuentes.
El Cuerpo de Bomberos escribió en sus redes sociales que por el momento no se han recibido solicitudes de auxilio por parte de personas, pero se están realizando controles en varios edificios donde han aparecido grietas o han caído cascotes, sobre todo de las ciudades de Ancona y Pesaro, donde el sismo se sintió con mayor intensidad.
Por el momento no se registran importantes daños y sólo se han vivido instantes de mucho miedo entre la población debido a la intensidad y la larga duración del temblor.
Sólo los bomberos de Ancona informaron que han tenido que desalojar la clínica privada Villa Igea para realizar controles en la estructura.
También el tráfico ferroviario se suspendió como medida de precaución cerca de Ancona, en la línea Adriática, debido a posibles daños en las vías y para realizar controles.
El alcalde de Senigallia, en la provincia de Ancona, Massimo Olivetti, ordenó el cierre de escuelas para verificar la viabilidad de los edificios.
Los alcaldes de las ciudades de la zona, como Fano, Pesaro y Ancona, decidieron como medida de precaución cerrar todos los centros educativos para realizar controles.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, “está constantemente en contacto con el departamento de Protección Civil y el presidente de la Región de Las Marcas “para seguir la evolución de la situación tras el terremoto que se produjo en la mañana”, informaron fuentes gubernamentales.
EFE