Expresidentes de Acroarte dicen se ha valorado bien a los artistas, salvo algunas excepciones

Los expresidentes de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), Miguel A Rivera y Máximo Jiménez, reconocen que históricamente se han producido algunas injusticias al no reconocer, en su justa medida, a glorias del arte popular dominicano.

Estiman que esa situación puede obedecer a malos comportamientos de músicos y cantantes, además de lo competitiva y la abundancia de agrupaciones merengueras de calidad, que predominaron en los 80 y los 90.

Rivera y Jiménez presidieron a Acroarte en momentos de gran esplendor de los Premios Casandra-Soberano. Opinaron que el comportamiento inadecuado de muchos cantantes y músicos primó negativamente en su contra, porque tradicionalmente, en Acroarte existe una corriente de castigar a los que van en contra de las buenas costumbres.

Al referirse al caso de Alex Bueno, con su producción de baladas “Ternuras”, en el 1992, el más exitoso disco de balada con pegada total y que hoy día conserva el récord de vetas del sello J&N Récord, lo definieron como muy extraño caso, que no recibió ningún galardón.

Una explicación es que tuvo mucho que ver con la vida de vicios y excesos que en esa época rodeaba al cantante, que tiempo después logró superar y actualmente luce como un artista sólido.

RECONOCER EL TRABAJO Y NO EL COMPORTAMIENTO. Miguel A. Rivera fue presidente de Acroarte 2001-2003. Explicó que tradicionalmente, el comportamiento de algunos artistas afecta eventuales reconocimientos, “porque en Acroarte, la mayoría siempre hemos sido muy poco dado a favorecer a artistas que no se comporta bien en la sociedad”.

Explicó que ese criterio todavía sigue primando al día de hoy, donde los que premian se quedaron atrapados en ciertos comportamientos y actitudes y la creencia de que todos deben exhibir buen comportamiento.

“Hoy día, hay una nueva generación de artistas que va acorde con el tiempo y no solo la sociedad, sino también Acroarte, se niega a reconocerlos; pero llegará el momento, y debe llegar el momento, en que entenderemos que debemos reconocer su música, no su comportamiento, porque para eso, está el Premio Nobel de la Paz”, consideró.

Rivera plantea que la premiación es coyuntural y si un artista pegó una canción en una época en que no hay proceso de premiación, es posible que cuando llegue ese proceso, el tema no esté pegado y hay otro que si lo esté, en el momento preciso, cuando la mente del cronista la tiene fresca en su memoria, porque está pegada.

Explicó que en este caso, no se puede hablar de que se haya subestimado al artista que no fue favorecido.

“Yo creo que es muy difícil que el cronista subestime al artista. Lo que si se dio, fue que en los premios Casandra primó la precepción. Entonces, según nuestros gustos, nuestros placeres o favoritismos o la relación que pueden ponerse esos factores por encima de la objetividad y eso es algo que siempre se dará y afectará, no solo al artista que no es reconocidos, sino también al también al mismo premio”, afirmó Rivera.

ORGULLO Y PREJUICIO. Máximo Jiménez, presidió el gremio que agrupa a los cronistas de arte en el periodo 2011-2013.

Recuerda que el Premio Casandra surgió en el 1985, con una marcada inclinación por la parte clásica en sentido general y hubo un tiempo en que Acroarte estuvo reacia a reconocer a artista como Fernandito Villalona, que tenía una serie de situaciones de escándalos.

Cuenta que también era una época en la que había una gran competencia entre orquestas y puso como ejemplo: que en los 90 hubo más 20 orquestas merengueras pegadas y cada categoría del galardón, contaba con un tope de cinco nominados.

En tal sentido, dijo que evidentemente por eso quedaban agrupaciones por nominar o premiar.

ARTISTAS RENEGADOS. Jiménez también hace referencia al caso de artistas que se niegan a recibir un premio y mencionó el caso de Fausto Rey.

“A él lo hemos contactado para entregarle un premio como Soberano o Casandra al Mérito y no ha querido venir a recibirlo. Tampoco Camboy Estévez, no ha querido… ¿y qué podemos hacer en esos casos?: no podemos obligarlos”, comentó.

Justamente Fausto Rey y Cambio Estévez, junto a Pablo Martínez, Sandy Reyes, Alex Bueno, Vinicio Franco, Luis Ovalles y músicos como Juan Valdez, Joe Nicolás y otros más son  mencionado por un panel de expertos consultados por N Digital, como los artistas más subestimados de RD.

“De todos modos, yo creo que sí: Acroarte en sentido general y Cervecería han reconocido lo mejor del arte popular. Si Te pones a revisar la historia del premio, comprobarás que en sentido general, hemos reconocido lo mejor del arte  y la cultura popular”, consideró Jiménez.

El reconocido periodista que fue editor de espectáculos de El Caribe y Diario Libre también hizo referencia a que en los 80, la presidenta de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos, Saida Ginebra, tenía una gran incidencia en el país y eliminaba todas las canciones obscenas o de doble y esa tendencia repercutía en Acroate al momento de la premiación.

“Le prohibían temas a artistas como Fernando Villalona y a otros que también eran populares, pues en se sintonía, con eso de que se premiara lo mejor y sin entrar en ese terreno del doble sentido, Acorare no le daba ese reconocimiento”, manifestó.

Continuó diciendo: “Yo creo que de alguna manera se pueden encontrar casos de orquestas que han sido obviadas por Acroarte, pero llegará el momento que se les pueda entregar un reconocimiento especial, que es lo que corresponde porque muchos están retirados”.