Miami (EE.UU.), 18 nov (EFE).- ¿Quién podría adivinar que, cuando se cumple el primer mes de temporada de la NBA, dos de los mejores equipos del Oeste serían a estas alturas Utah Jazz y Portland Trail Blazers? Sólo las últimas tres derrotas de los de Salt Lake City ensombrecen algo su espectacular arranque.
Los Jazz se desprendieron de cuatro titulares como Donovan Mitchell, Rudy Gobert, Bogdan Bogdanovic y Royce O’Neale. También hizo las maletas su técnico, Quin Snyder, suplido por un novato como Will Hardy que rápidamente ha demostrado su valía.
Fueron el primer equipo en alcanzar las diez victorias y eso, en parte, se debió a la veloz adaptación de varios recién llegados como Lauri Markkanen o Kelly Olynyk, sin olvidar el paso a titular de Jordan Clarkson.
Hardy tocó lo necesario, funcionó y ahora son cuartos de su conferencia con 10-6.
Por su parte, el proyecto de Blazers no ha podido arrancar mejor.
En estos momentos es el único equipo de la NBA que cuenta en su quinteto titular con tres jugadores promediando más de veinte puntos por partido: Damian Lillard (27.7), Anfernee Simons (22.5) y Jerami Grant (20.1).
El pasado curso, Michael Malone, técnico de Denver Nuggets, definió a Golden State Warriors como un ‘monstruo de tres cabezas’, explicando la amenaza constante de Stephen Curry, Klay Thompson y Jordan Poole.
Ese honor lo ha heredado Portland y ya es el mejor equipo del Oeste (10-5).
Lejos quedan los actuales Warriors (6-9) de ese ‘Cerberus’ que les convirtió en campeones hace solo cinco meses.
La explicación parece sencilla: no han perdido capacidad anotadora, con un Curry descomunal con 32.8 puntos por partido y Golden State como cuarto mejor ataque de la liga, pero sí tienen un problema en defensa.
Así, los de Steve Kerr han pasado de ser la tercera mejor producción defensiva a ser el segundo peor equipo de la competición encajando 118.3 puntos por encuentro.
Sus rivales en las Finales, Boston Celtics, mantienen rendimiento y lideran la Conferencia Este con solvencia y ocho triunfos consecutivos (12-3).
Los ‘Jays’ están desatados en ambos lados de la cancha, perfectos en el sistema defensivo y difíciles de detener cuando miran al aro (Tatum lleva 31.1 puntos por partido y Brown suma 25.1).
El cambio de entrenador por la suspensión de Ime Udoka deja matices diferentes: corren más desde que Joe Mazzulla está a los mandos, juegan más posesiones y lanzan muchos más triples.
Con una sexta parte de la liga regular disputada, Los Angeles Lakers no invitan a pensar en una mejoría (3-10).
Presentan los mismos síntomas que el año pasado y ni la decisión de Darvin Ham de mover a Russell Westbrook al segundo quinteto ha solucionado la dinámica perdedora.
Brooklyn Nets (7-9) también parece abonado a las polémicas y la ausencia de Kyrie Irving, que parece que regresará el domingo tras su suspensión, no es el único de sus problemas porque los resultados no llegan.
Dos equipos en línea continuista y con buenos resultados son Memphis Grizzlies en el Oeste (9-6) y Milwaukee Bucks en el Este (11-3).
Las cosas siguen marchando bien por Tennessee con Ja Morant y Desmond Bane como puntas de lanza, una pareja de estrellas para muchos años y en torno a la que orbita un grupo de jugadores jóvenes y talentosos incluyendo al español Santi Aldama.
En Milwaukee pueden presumir de ser la mejor defensa de la liga, han sabido adaptarse a los nuevos tiempos, con sus interiores en un rol más completo, saltando a bloqueos, emparejándose con pequeños… Ayuda mucho que los cinco titulares de los Bucks tengan condiciones físicas similares.
Hay candidatos a cosas importantes que no han arrancado bien, pero hay confianza en el crecimiento de Miami Heat (7-8) o Chicago Bulls (6-9).
En cuanto a méritos individuales hay que destacar la temporada de un Luka Doncic, que apunta definitivamente al MVP.
Actual máximo anotador con 34.4 puntos por partido, a sus 23 años su nombre se vincula a datos históricos de leyendas como Wilt Chamberlain o Michael Jordan.
A esa batalla por el MVP de Doncic, Curry o Tatum, se suma Joel Embiid, con un inicio de temporada brillante, liderando a los Philadelphia 76ers (7-7) con la lesión de James Harden y consiguiendo hitos como anotar 101 puntos entre dos partidos seguidos.
Además, once encuentros han bastado para comprobar que Paolo Banchero ha caído de pie en la NBA.
El número uno del último draft promedia 23.5 puntos y 8.3 rebotes en Orlando Magic, es el claro favorito a Novato del Año e incluso candidato al All Star.
Por último, Shai Gilgeous-Alexander, que ha agarrado el timón de Oklahoma City Thunder, es un jugador ya diferencial que se posiciona como candidato a ser el Jugador con Mayor Progresión.