Siete senadores estadounidenses solicitaron formalmente al presidente Joe Biden agilizar las medidas para aliviar la crisis que atraviesa Haití, a través del nombramiento de un embajador o un representante diplomático de alto nivel.
A través de una carta, los legisladores destacaron el hecho de que hace más de un año que en la embajada de estadounidense en Haití carece de embajador, exponiendo la necesidad de llenar esta vacante lo antes posible, a fin de movilizar una respuesta internacional para ayudar al pueblo haitiano.
“Le escribimos para expresar nuestra profunda preocupación por la catástrofe humana que se desarrolla en Haití y para llamarlo a la pronta nominación de un embajador de EEUU y el inmediato despliegue de un alto representante diplomático”, manifiestan.
Asimismo, afirmaron que la violencia en el país caribeño está “descontrolada”, representando esta situación una “amenaza directa y creciente para los intereses nacionales” de la nación norteamericana.
Explican que la violencia en Haití se ha descontrolado, con informes de abusos graves y generalizados contra la población civil. “Las bandas controlan más de la mitad de la capital, Puerto Príncipe. Ejecutan, descuartizan y queman a civiles, incluidas mujeres y niños de apenas un año”, especificaron los senadores en la carta firmada por 7 de ellos.
Igualmente, indicaron que la prevalencia de las bandas criminales ha causado un colapso en las instituciones haitianas.
También lamentaron la crisis alimenticia que afecta a esa población, afirmando que uno de cada dos haitianos sufre inseguridad alimentaria aguda, afirmando que el aumento de los precios de los alimentos limita la capacidad de los haitianos para comprarlos, venderlos o producirlos.
“Le agradecemos el apoyo de su administración al pueblo haitiano y esperamos profundizar nuestra cooperación en este asunto”, finalizó la carta.
Posible aumento de emigración haitiana
Uno de los temores futuros planteados por los senadores, es que el nivel de violencia de Haití cause un incremento de emigraciones de sus nacionales, complicando así los esfuerzos estadounidenses de abordar la crisis regional de refugiados.
La carta está firmada por los legisladores Cory Booker, Robert Menendez, Richard Durbin, Tim Kaine, Raphael Warnock, Chuck Schumer y Benjamin Cardin.