Al menos cuatro policías resultaron muertos y otros cuatro fueron heridos tras una ataque armado y posterior enfrentamiento con presuntos insurgentes, en una comisaría en el noroeste de Pakistán, informaron este domingo fuentes oficiales.
“Pasada la medianoche, unos terroristas desconocidos atacaron la comisaría con lanzacohetes, granadas de mano y armas pesadas”, dijo a EFE el oficial Shahid Hameed, portavoz de la comisaría la comisaría de Burgi, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa (noroeste).
Más de 60 policías que se encontraba de servicio al momento del asalto se enfrentaron a los insurgentes. Sin embargo, los atacantes huyeron del lugar aprovechando la oscuridad, dijo el portavoz.
“Como resultado del ataque, cuatro policías, incluido un jefe de policía, murieron y otros cuatro resultaron heridos”, agregó Hameed.
El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, condenó el ataque a través de un comunicado en el que señaló a los terroristas como el “enemigo público de Pakistán”.
De momento, ningún grupo armado ha asumido la responsabilidad del ataque.
El Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), el principal grupo talibán paquistaní, había advertido recientemente el aumento de sus actividades en la provincia.
El TTP es un paraguas de varios grupos armados tribales creado en 2007 que busca imponer un Estado islámico en Pakistán y es aliado de los talibanes afganos, a los que guarda lealtad.
Desde su formación, el grupo ha llevado a cabo una brutal campaña de ataques terroristas en todo el país y matado a miles de personas, incluido un intento de asesinato de la premio Nobel Malala Yousafzai en 2012.
Esos ataques comenzaron a disminuir en 2014, pero desde que los talibanes afganos tomaron el poder en el vecino Afganistán, en agosto del año pasado, Pakistán ha visto un aumento en las actividades terroristas del TTP.
El TTP y el Gobierno paquistaní intentaron entablar un proceso de diálogo con la mediación de los talibanes afganos, sin embargo el fin del cese al fuego el mes pasado supuso el fracaso de esas negociaciones.
La Autoridad Nacional Contra el Terrorismo (NACTA) admitió recientemente que el TTP había ganado terreno considerable.
Al menos dos personas, incluido un soldado, murieron y nueve civiles resultaron heridos tras una explosión suicida en el distrito tribal de Waziristán, también en Khyber Pakhtunkhwa, fronterizo con Afganistán.
Otro ataque a finales del mes pasado dejó dos muertos y 28 heridos cuando un atacante suicida talibán estrelló un automóvil contra un camión de la policía que transportaba miembros de las fuerzas de seguridad para proteger a los equipo de vacunación contra la poliomielitis en Baluchistán.
Ambos ataques fueron reivindicados por el TTP.
EFE