La Policía italiana y el FBI estadounidense desarticularon hoy un clan de la ‘Ndrangheta (la mafia de la región sureña de Calabria) que se había extendido hasta Nueva York, y que se saldó con 18 detenidos en el territorio italiano.
Los detenidos están acusados de delitos como asociación mafiosa dirigida al tráfico de drogas, extorsión agravada por el método mafioso y tenencia ilícita de armas y municiones, informó hoy la Policía italiana en un comunicado.
Mientras se ejecutaban las detenciones en Italia, el FBI realizó en la zona de Manhattan, en Nueva York, varios registros vinculados con las personas detenidas.
La hipótesis de los investigadores es que el clan Corigliano Comito ha decidido expandirse cada vez más, y había activado un grupo satélite en Nueva York integrado por italoamericanos que vivían desde hacía mucho tiempo en la metrópoli estadounidense y que gestionaban diversas actividades ilegales.
Durante los allanamientos también se habrían encontrado numerosas armas de fuego, entre ellas pistolas y rifles, que fueron utilizadas por los sospechosos para fortalecer sus capacidades operativas.
Las investigaciones constataron numerosos casos de extorsión contra empresarios calabreses cuyos ingresos servían para alimentar un fondo común administrado por el cabeza de familia que luego dividía entre los componentes del clan.
La familia mafiosa también se dedicaba al tráfico de drogas, principalmente de cocaína y marihuana, que compraban a varios proveedores de la provincia de Crotone y distribuían por el territorio controlado.
En una actividad paralela de la Policía Judicial italiana se incautaron cerca de 1.100 kilos de marihuana que fueron encontrados en un conjunto residencial del clan.
Durante los registros se incautaron además cuatro rifles y una pistola y se reunieron pruebas sobre actos intimidatorios cometidos por miembros de la familia para aumentar su poder en el territorio como la colocación de pequeñas bombas en maquinas expendedoras.
“La operación de hoy completa un ciclo represivo que en los últimos 10 días” ha permitido “la ejecución por parte de la Policía Estatal de 200 detenciones”, explicó el director de la Unidad Anticrimen de la policía italiana, Francesco Messina.