Unos 243.681 migrantes irregulares han cruzado la peligrosa selva del Darién, la frontera natural entre Colombia y Panamá, en lo que va de año en su camino hacia Norteamérica, según cifras oficiales divulgadas este viernes por la Cancillería panameña.
Esta cifra, cuando faltan menos de dos semanas para cerrar 2022, es histórica y deja muy atrás la de 133.726 transeúntes que atravesaron el Darién en 2021, los 8.594 en 2020 – cuando las fronteras estuvieron cerradas a causa de la pandemia de la covid – y 30.055 en 2016, durante la crisis de migrantes cubanos.
El éxodo venezolano ha liderado el flujo migratorio por el Darién, con 149.826 venezolanos, seguido de los ecuatorianos, 27.921, haitianos 20.000, y cubanos, 5.821, según la cifras actualizadas hasta este viernes.
El movimiento migratorio por el Darién disminuyó de forma abrupta después que el Gobierno de EE.UU anunciara en octubre pasado una nueva política según la cual todo venezolano que entre a ese país habiendo cruzado de manera irregular la frontera de México y de Panamá, será expulsado a territorio mexicano.
Además, los expulsados serán excluidos del programa que dará estatus legal en Estados Unidos por dos años a 24.000 venezolanos que lleguen en avión y con patrocinadores.
En octubre, el mes con mayor tránsito de acuerdo con las cifras oficiales panameñas, cruzaron 59.773 migrantes, y en noviembre, tras la decisión estadounidense, 16.632 transeúntes.
“La migración nunca va a cambiar y nadie va a poder pararla”, sostuvo este viernes la canciller panameña, Janaina Tewaney, durante una reunión con la prensa local y extranjera.
Lo importante, añadió, “es que la misma sea organizada, planeada, respete los derechos mínimos de las personas, que se entienda que es un drama de ser humano y que no se utilicen rutas como el Darién”.
“Esa selva no es una ruta, es más un castigo al ser humano”, expresó la ministra de relaciones exteriores.
La peligrosa selva del Darién ha sido durante décadas utilizada por personas procedentes de todo el mundo que viajan de forma irregular hacia Estados Unidos, pese a los graves peligros que entraña por su entorno salvaje y por la presencia de grupos del crimen organizado.
Las autoridades de Panamá, país que registra la cantidad de migrantes y ofrece albergues temporales, han solicitado en reiteradas ocasiones ayuda a la comunidad internacional para atajar el problema migratorio y enfrentarlo como un fenómeno regional.
EFE