En la recta final de cada año, en cada área de las artes y el espectáculo suele acechar la idea de hacer un balance y, como parte de él, hacer una selección de las producciones discográficas que, sin importar cuántas sean, siempre será arbitraria e injusta sin que por eso sea equivocada.
Más aún si se trata de condensar en cinco títulos lo más meritorio de un año, el 2022, que se transformó en una especie de plataforma de relanzamiento de una actividad que durante los tiempos de pandemia debió buscar la manera de reinventarse, pero que contrajo sus niveles de actividad como cualquier otro rubro.
En ese marco, la aparición de nuevas voces se conjugó con los sonidos de los residentes habituales de la cúspide de distintos géneros, promesas recientes consolidaron su ascenso a las grandes ligas a la par del regreso de viejas glorias a los primeros planos y, como siempre, algunos ratificaron su condición de tales.
Por eso, esta elección podría ser distinta mañana sin que eso signifique que los elegidos de hoy dejen de ser tan buenos como para seguir ocupando ese podio extendido. En todo caso, bienvenidos a un muestreo antojadizo de un quinteto de los mejores álbumes de este 2022 que se va.
Y si la lista no satisface las expectativas, no está de más parafrasear aquella cita de periódico neozelandés que alguien alguna vez atribuyó a Groucho Marx y decir que tengo unas cuantas más.
Beyoncé – Renaissance
Parkwood Entertainment / Columbia
Seis años, se tomó la cantante para parir el sucesor de Lemonade. Mucho tiempo, para alguien que apenas llega a los 41; el suficiente como para dejar espacio para otras figuras como Billie Eilish o Taylor Swift jugarán a ponerse una corona que con la reina nuevamente en la ruta no está en discusión.
Sobre su sólida base de R&B, en Renaissance Beyoncé construyó su “discurso” musical combinando algo de pop con una dosis de hoy y una pizca de electrónica; un cóctel con el cual tributa a la música negra de las décadas más recientes, con Grace Jones como invitada. Un dato: el álbum tiene nueve nominaciones para los Premios Grammy que se entregarán en Los Ángeles el próximo 5 de febrero.
Redman, Mehldau, McBride, Blade – Long Gone
Si bien es cierto eso de que ni en el jazz ni en otros estilos musicales los “dream-teams” consiguen el mejor resultado, en el tercer álbum que los reúne, Joshua Redman (saxo), Brad Mehldau (piano), Christian McBride (contrabajo) y Brian Blade (batería) se encargan de confirmar que en algunas ocasiones eso sí ocurre; y vaya si ocurre con Long Gone.
A lo largo de seis temas compuestos de manera individual por cada uno de los músicos, a casi 30 años de su primera grabación (Moodswing, 1994) el cuarteto exhibe una interacción que invita a pensar que sus integrantes llevan todo ese tiempo conviviendo bajo el mismo techo. O en la misma sala de ensayo.
Y en ese clima, en el que nadie es más que nadie, el virtuosismo subyace casi de incógnito al servicio de músicas que parecen envolver a quien las escucha y se convierten en un muy buen lugar al que dejarse llevar.
Renaud Capuçon/Martha Argerich – Beethoven; Franck; Schumann Violin sonatas
“Por alguna razón que escapa a la razón, Martha nos parece excelente. Pensamos exactamente lo mismo que la crítica especializada, aunque no sepamos muy bien qué es lo que estamos escuchando”, escribió el periodista Hernán Firpo en una crónica del concierto que Martha Argerich brindó durante 2022 en el Teatro Colón.
Será, tal vez, porque a sus 81 años, la pianista argentina es algo así como la excelencia sentada al piano. Pero no de la excelencia de las majestades que de excelentes suelen tener poco y nada; su excelencia es como la de Lío Messi o Roger Federer. Es de esas excelencias que emocionan.
Y eso es lo que destila este álbum en el que comparte virtudes con el violinista francés -¡vaya combinación para este fin de año!- al servicio de la “Sonata N°1″ para violín de Schumann; la 9, “Kreutzer”, de Beethoven; y la octava de Cesar Franck. Aviso al paso: no hace falta ser un especialista para disfrutarlas.
Marilina Bertoldi – Mojigata
¿Y qué, si otorgarle el Gardel de Oro 2019 para Prender un fuego, el álbum que Marilina Bertoldi había publicado el año anterior fue una decisión apresurada? ¿Qué hacemos ahora con Mojigata, esta pieza de colección que la artista lanzó a comienzos de este año subiendo la vara para todo la que vendría después?
Son 11 canciones que marcan un nuevo paso de Marilina rumbo al más allá que es difícil saber de qué se trata. De movida, Mojigata es un disco de rock. Crudo. Así de simple. Un gran disco de rock a tono con los tiempos que corren.
Nada de nostalgia, puro presente. Aunque uno de los temas más escuchados en Spotify sea la balada “Amuleto”, que comparte con Javiera Mena. Si me dan a elegir, me quedo con “La cena”. Y con lo demás también.
Arctic Monkeys – The Car
¡Discazo! Se lo escuche por donde y como se lo escuche, The Car es un discazo en el que es inútil buscar al Alex Turner de AM, y en el que a medias aparece el que deslumbró -una vez más- en Tranquility Base Hotel & Casino. Acá, arropado en orquestaciones que esperan agazapadas la orden de ataque.
En medio de esos colchones sobre los que la voz de Turner canta canciones de amor y sus búsquedas personales en una especie de vaivén, el funk futurista de “I Ain’t Quite Where I Think I Am” irrumpe como una cuña que acomoda las partes del combo.
El resto, de “There’d Better Be a Mirrorball” a “Perfect Sense”, pasando por la bellísima “The Car” e, inmediatamente, “Big Ideas”, otra de las joyitas del disco, es acomodado por las dotes de crooner de Turner.