A cuatro meses de la muerte del menor Maikel Esmil Álvarez, de apenas 1 año y nueve meses de edad, en el Centro de Atención a la Primera Infancia (Caipi) de San Francisco de Macorís, la autopsia reveló que el infante murió asfixiado por ahogamiento.
El informe realizado por el médico forense Winston Benítez, detalla que Maikel Esmil sufrió una “muerte violenta de etiología médico legal accidental”, y que “el mecanismo de la muerte es hipoxia, anoxia y shock neurogénico”.
“El cadáver presentó congestión visceral generalizadas, hemorragias de las celdillas etmoidal, esfenoidal y temporales, hemorragia del vértice del pulmón izquierdo, cianosis leve de lecho ungueales y ausencia de contenido líquido ni alimenticio en cámara gástrica, por lo que consideramos que la causa de muerte fue asfixia mecánica por ahogamiento. Contusión leve en región occipital antemorten”, establece el informe.
El hecho sucedió cuando el niño estaba en el referido Caipi y cayó dentro de una cubeta con agua, lo que desató un revuelo y provocó que cinco empleadas del centro fueran apresadas. Dos de ellas, Rosmery Cross Olivo y Katerin Castaño Bautista, fueron enviadas a cárcel preventiva, por su negligencia en el cuidado del pequeño.