El efecto del endurecimiento financiero sobre el empleo “aún está por llegar”, pero los bancos centrales “no han terminado su trabajo” de cara a la inflación, declaró el jueves a la prensa la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
Aunque se espera que la desaceleración económica sea mayor en 2023 a lo previsto por el Fondo en sus últimas publicaciones en octubre, los mercados laborales nacionales están “mostrando resistencia” hasta ahora, dijo Georgieva, “lo cual es un punto positivo”.
Se espera que el crecimiento mundial se ralentice aún más este año, ya que los bancos centrales, incluida la Reserva Federal estadounidense, han subido las tasas de interés para enfriar el alza de los precios.
Sectores como el inmobiliario se han tambaleado en Estados Unidos, por ejemplo, pero el mercado laboral se mantiene fuerte, con una baja tasa de desempleo.
“Mientras la gente esté empleada, aunque los precios sean altos, los consumidores gastan (…) Pero todos sabemos que el impacto del endurecimiento de las condiciones financieras aún está por llegar, en términos de desempleo”, declaró Georgieva a periodistas en una sesión informativa sobre la economía mundial.
“La inflación sigue siendo terca y, en ese sentido, los bancos centrales no han terminado su trabajo”, añadió.
Esto sugiere que los bancos centrales pueden tener que seguir subiendo las tasas de interés, caminando por una delgada línea entre reducir la demanda y evitar que las economías entren en recesión.
Hacerlo conlleva riesgos. Georgieva subrayó la necesidad de vigilar cómo el endurecimiento de las condiciones financieras afecta al mercado laboral y posiblemente se traduzca en “más tensiones entre empleadores y trabajadores”.
Pero el FMI mantiene que “la recesión mundial puede evitarse” si no se producen perturbaciones negativas, incluso si algunos países sufren desaceleraciones, dijo Georgieva.
Estas crisis pueden incluir malestar social y desbordamientos entre países, o un empeoramiento de la invasión rusa de Ucrania.
Aunque el endurecimiento de las condiciones financieras tendrá un impacto “dramático” en los países con altos niveles de deuda, dijo que el FMI no ve una “crisis sistémica de la deuda en el horizonte”.
La jefa del FMI añadió que en febrero se reunirá por primera vez una nueva mesa redonda mundial sobre deuda soberana, que reunirá a los principales acreedores y a las finanzas privadas.
En cuanto a países específicos, Georgieva añadió que China necesita “mantener el rumbo” en su reapertura tras casi tres años de una estricta política de cero covid.
La segunda economía mundial solía aportar hasta el 40% del crecimiento mundial.
Por otra parte, Georgieva expresó su optimismo ante la “notable” resistencia del mercado en Estados Unidos, pues el apoyo durante la pandemia ayudó a mantener el consumo en la mayor economía del mundo.
“Hay ciertas (…) expectativas de que Estados Unidos evite caer en una recesión (…) Por ahora, la dinámica parece más indicativa de un aterrizaje suave”, afirmó.