El Ministerio de Educación de la República Dominicana (Minerd) y el Obispado de Bani firmaron un acuerdo que apunta a reforzar la educación integral en valores y las relaciones armónicas dentro y fuera del aula, mediante la implementación del programa “Aprendiendo a querer” en el Distrito Educativo 03-04 de Baní, Peravia, que impactará a 7,196 estudiantes de 16 centros educativos.
El convenio, que se desarrolla en 24 países y abarca aspectos como prevención de embarazo adolescente, acoso, relaciones interpersonales y violencia, fue firmado por el ministro de Educación, Ángel Hernández, y el obispo de Baní, monseñor Víctor Masalles.
“Entendemos que este es un comienzo importante de una actividad que tendrá un gran impacto en la comunidad de Baní, y que esperamos ampliarlo en todas las comunidades del país”, afirmó el ministro Hernández, quien ponderó el programa “porque en realidad va a ayudar mucho a las personas que más lo necesitan, los más pobres”.
Hernández, quien destacó la importancia del programa para promover oportunidades de aprendizaje oportuno, dijo que, con su puesta en marcha espera que próximamente “podamos decir que tenemos una población joven educada en los valores fundamentales de la vida”.
Monseñor Víctor Masalles resaltó que este programa ofrece una formación integral para el ser humano, pues está enfocada en la educación socioafectiva y en desafíos sociales que tocan al sector educativo.
“Nos alegra ver que el Minerd lo acoge y está interesado en ver la eficacia. Con este acuerdo, tendremos elementos objetivos para demostrar si el programa funciona o no, para reducir los problemas que impiden que una ciudadanía como la que necesitamos funcione”, manifestó.
El acuerdo contempla que el Minerd se compromete a distribuir el material didáctico a los estudiantes y maestros del Distrito Educativo 03-04 de Baní, a la vez que dispondrá del personal técnico necesario para la asesoría y solución de las dificultades que se pudieran generar en la ejecución del programa y velará por la armonía de los contenidos con la propuesta curricular vigente.
Entre tanto, el Obispado aportará las experiencias educativas necesarias para la ejecución exitosa del programa, así como capacitar al personal técnico y docente que será parte.
Asimismo, permitirá que los padres, madres y tutores decidan libremente si desean que sus hijos participen o no en algunas acciones del programa, a fin de que no roce con sus principios familiares.