Thomas H. Lee aparece muerto con una herida de bala en su oficina de NY
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Thomas H. Lee aparece muerto con una herida de bala en su oficina de NY

Thomas H. Lee aparece muerto con una herida de bala en su oficina de NY
El multimillonario Thomas H. Lee ha aparecido muerto en su oficina de Nueva York. Según fuentes policiales, fue su asistente personal quien lo encontró en el baño con una herida de bala autoinfligida en la cabeza. Al lado del cuerpo estaba el revólver Smith & Wesson de Lee.
Graduado por la universidad de Harvard, Thomas H. Lee, de 78 años, presidía Lee Equity Partners, empresa de capital privado que fundó en 2006. A lo largo de su trayectoria fue director de numerosas empresas públicas y privadas, incluidas Aimbridge Hospitality, General Nutrition Companies, K-MAC Enterprises, Metris Companies, MidCap Financial, Papa Murphy’s, Playtex Products, Snapple Beverage, The Edelman Financial Group, Vail Resorts, Vertis Holdings, Warner Music Group y Wyndham International, entre otros.
En 1994 saltó a la fama por la venta de la marca de té helado Snapple por 1.700 millones de dólares. Thomas H. Lee realizó la transacción dos años después de haberla comprado, «con un rendimiento de 32 veces el capital social».
Lee lideró en 1999 un acuerdo para lo que pasó a llamarse Vertis Communications, la quinta imprenta más grande de América del Norte. Sin embargo, la empresa comenzó a quedar obsoleta en 2006 frente a sus competidores que habían decidido expandir el negocio con otros servicios, como marketing. Vertis se declaró en quiebra en 2008.
En el momento de su muerte, el valor neto de Lee se estimó en 2.000 millones de dólares, según Forbes.
Además de su faceta como empresario, Lee era un conocido filántropo. Se sentó como fideicomisario de varias organizaciones de arte de la Gran Manzana, incluido el Lincoln Center for the Performing Arts, el Museo de Arte Moderno y el Museo Whitney de Arte Americano.
«He tenido la suerte de ganar algo de dinero. Estoy más que feliz de devolver parte de eso», comentaba el multimillonario en 1996 después de donar 22 millones de dólares a su alma mater, la Universidad de Harvard, uno de los obsequios más grandes que el centro recibía de un ex alumno todavía vivo.
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