Los presidentes de Ecuador, Guillermo Lasso, y de la República Dominicana, Luis Abinader, acordaron este lunes iniciar conversaciones para una alianza que pueda repotenciar la producción de gas ecuatoriano del campo Amistad, situado en el golfo de Guayaquil (suroeste).
La idea es “incrementar el suministro de este recurso en beneficio del desarrollo sostenible para ambas naciones”, dijo Lasso al culminar su reunión bilateral con Abinader en Quito, antes de la celebración del sexto Encuentro de la Alianza para el Desarrollo en Democracia (ADD).
Los dos mandatarios también coincidieron en su interés por realizar actividades de análisis, exploración y producción adicional de crudo ecuatoriano para satisfacer las necesidades a largo plazo de la República Dominicana, según señaló la Presidencia de Ecuador en un comunicado.
Asimismo, Lasso aseguró que existe un interés de iniciar y acelerar negociaciones de un acuerdo comercial con República Dominicana, y Abinader mencionó que están organizando para mayo una reunión con empresarios dominicanos para analizar los beneficios de un acuerdo comercial con Ecuador.
El gobernante ecuatoriano confirmó su presencia en la próxima Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en Santo Domingo el 24 y el 25 de marzo, donde recibirá la presidencia rotatoria en vistas a organizar la cita en 2024.
Lasso también resaltó el rol que Ecuador desempeñará en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas durante el periodo 2023-2024, con un análisis específico de la situación en Haití y el papel que juega la comunidad internacional.
Ambos jefes de Estado coincidieron en que sus países deben trabajar de manera conjunta el desafío de la migración, con una firme convicción de combatir las estructuras criminales y el tráfico ilícito de migrantes.
Después de su reunión en el Palacio de Carondelet, sede del poder ejecutivo de Ecuador, Lasso y Abinader se trasladaron al cercano Convento de San Francisco para participar en la cumbre de la ADD, un mecanismo de integración formado por Costa Rica, Ecuador, Panamá y la República Dominicana.
EFE