La mayor parte del dinero asignado por el Congreso de EE.UU. como ayuda militar, financiera y humanitaria para Ucrania ha sido encauzada para el complejo industrial-militar de la nación norteamericana, según lo admitió el jefe del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, el republicano Michael McCaul, durante una audiencia de supervisión.
“De los 113.000 millones de dólares asignados a través de cuatro suplementos, aproximadamente un 60 % se destina a las tropas, a los trabajadores y a la modernización de arsenales estadounidenses. De hecho, solo un 20 % de la financiación se desembolsa directamente al Gobierno ucraniano en forma de la asistencia presupuestaria directa”, señaló McCaul.
En esta línea, resaltó que Kiev solo recibe el dinero tras realizarse la verificación de que los fondos se gastan en “artículos y actividades aprobados”. Asimismo, los fondos están sujetos al monitoreo de la empresa de consultoría Deloitte. “Están realizando controles aleatorios para verificar el uso de esta ayuda”, explicó el congresista.
Asimismo, McCaul instó a los inspectores generales permanentes o en funciones del Pentágono, del Departamento de Estado y de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID, en inglés), presentes en la audiencia, a evitar “despilfarro, fraude o abuso y, en caso necesario, investigar y resolver cualquier incidente” en relación con el dinero destinado a Ucrania.
Por otra parte, el jefe del Comité insistió en que la supervisión que se emprende no tiene como fin “socavar o cuestionar la importancia de la ayuda” para Kiev. En este sentido, subrayó que el monitoreo va encaminado a “incentivar” a la Casa Blanca y a Ucrania para que usen los fondos aprobados por el Congreso “con el máximo grado de eficacia”. En este sentido, insistió en que “cada dólar cuenta”.
“Ningún caso de desvío”
Mientras, el inspector general del Pentágono, Robert Storch, declaró que hasta ahora no han descubierto ninguna desviación ilícita de los fondos estadounidenses asignados en el marco de sus indagaciones.
“Aunque, por supuesto, no puedo comentar ninguna investigación en curso, basándonos en nuestro trabajo finalizado, no hemos corroborado ningún caso de desvío de la ayuda de seguridad estadounidense a Ucrania”, remarcó, citado por The Washington Examiner.
Por su parte, la inspectora general adjunta en funciones de la USAID, Nicole Angarella, acentuó que ella y sus colegas quieren establecer una presencia permanente en Kiev, en el marco del creciente interés por la transparencia de los fondos estadounidenses gastados.