Al parecer la situación judicial por la atraviesa el excandidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana, Gonzalo Castillo, no parece preocuparle pese a las acusaciones de corrupción que formula el Ministerio Público en su contra, en la denominada Operación Calamar.
Castillo apenas asoma su rostro a la salida de la Primera Sala del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, donde le conocen medida de coerción, y muestra su mejor rostro, su mejor sonrisa.
Detrás de la custodia de agentes policiales, Castillo no pierde oportunidad ante las cámaras de los medios de comunicación para sonreír, levantar su mano izquierda y luego apretar el puño, como hacen “los triunfadores” en una contienda de cualquier naturaleza.
¿Será que quiere minimizar las acusaciones en su contra o no está consciente del lío judicial en el que está?.
Tras un receso de una hora, ordenado por la jueza Kenya Romero, del Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, Gonzalo fue movido de la sala y al pasar por los alrededores de los periodistas que buscan su opinión, solo atina a decir que todo está bien.
El encierro preventivo de alrededor de 10 días, no ha podido tumbar el ánimo al exministro de Obras Públicas que siempre está sonriente ante las cámaras de televisión y los flashe de cámaras fotográficas, con un entusiasmo que contagia.