Al hacer lectura a la quinta de las siete fragmentos que componen el sermón de las siete palabras del Viernes Santo, la iglesia católica criticó el accionar de las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Minarena), ante el daño que ha sufren los recursos naturales en los últimos meses.
El texto también deplora el comportamiento de la población y lo que calificó con intenciones de privatizar las aguas, el clara referencia al proyecto de Ley de Agua que figura en el Congreso Nacional.
“La falta de conciencia, de la ciudadanía, un Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, desaparecido y aparentemente sin planes, un intento macabro de privatizar las aguas, unido a la creciente deforestación y la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, son parte de la agenda con la que se pretende equivocadamente responder a este desafío”, indica el documento.
Establece la necesidad de que el planeta volvamos la vista al planeta que, “grita tengo sed ante los altos niveles de contaminación que nos afecta.
Señala que las mismas aguas mueren como si el tercer Ángel apocalíptico, hubiese vaciado sobre el mar y los ríos, la copa de ajenjo con las que son envenenadas. ¨Entonces cayó del cielo una estrella grande, ardiendo como una antorcha. Cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre las manantiales de agua.
Derja ver la realidad que se hace visible en el mal manejo y falta de conciencia: del liderazgo local e internacional, pero lo más penoso de todo esto, es que nosotros mismos, nos encontramos sumergidos en una ola de ceguera espiritual, y humana que nos impide ver nuestros deberes con el medio ambiente, queremos agua, pero no protegemos la fuente que la producen y cuando la tenemos, la desperdiciamos.
En última instancia apunta al manejo desproporcionado de la minería y sus efectos ante los recursos naturales.
La minería irresponsable junto a las políticas que pretenden privatizar las aguas y el alto nivel de contaminación dejan sin aliento, el planeta y muchos seres vivos mueren por la falta de agua.