París, 7 abr (EFE).- Kylian Mbappé ha optado por divulgar a los cuatro vientos su desacuerdo por el uso de su imagen por parte de su club, el PSG, un mensaje inquietante para otros clubes pretendientes, con el Real Madrid a la cabeza, pionero en explotar los derechos publicitarios de sus jugadores.
Esta es la lectura que hace a EFE el experto en marketing deportivo Vincent Chaudel a raíz del polémico comunicado colgado por Mbappé este jueves y que ha hecho correr ríos de tinta en los medios franceses, estupefactos por la reacción del campeón del mundo de 2018.
Un asunto que normalmente se podía haber arreglado de manera interna se ha convertido en tendencia, después de que el genio de Bondy criticase a su club en un mensaje en Instagram, red social en la que cuenta con 102 millones de seguidores.
El enfado de Mbappé se origina después de que el club le solicitara para grabar un vídeo que posteriormente sirvió de base para el clip de captación de socios para la campaña 2023-2024, en el que por cierto no salen ni Leo Messi ni Neymar, las otras dos grandes estrellas del equipo.
Según el delantero, el PSG no le aclaró qué finalidad tendrían esas imágenes cuando se le hizo esa entrevista.
“El PSG es un gran club y una gran familia, pero lo que no es el Kylian Saint-Germain”, se quejó en su duro mensaje, dando a entender una sobreexplotación de su imagen. Una reacción paradójica para muchos, teniendo en cuenta que él mismo exigió en su última renovación ser la proa del proyecto catarí.
“El club tiene todo el derecho, desde el punto de vista legal (Mbappé es un asalariado del PSG), pero le faltó claridad, explicando para qué era ese vídeo”, tercia Chaudel.
En declaraciones a EFE, fuentes cercanas al caso aseguran que hubo una reunión entre el clan Mbappé y el club para rebajar la tensión y “disipar malentendidos”, de lo que se desprende un “mea culpa” del PSG.
¿IMAGEN DE MBAPPÉ DAÑADA?
Sin embargo, Mbappé tampoco sale beneficiado de esa polémica. Después de su estratosférica renovación de 2022, su contrato vence en 2025, cuando tendrá 26 años. En caso de que no renueve, el Real Madrid se podría situar de nuevo en la “pole position” para hacerse con sus servicios.
“Florentino Pérez (presidente del Real Madrid) fue precursor en esa explotación de los derechos de imagen de sus jugadores y fue así como construyó su proyecto de galácticos, con Figo, Zidane, Beckham”, recuerda Chaudel.
¿Mbappé tendría que plegarse a las mismas condiciones que los galácticos, cediendo esos derechos? Una respuesta negativa a esa cuestión es la que puede generar inquietud entre los pretendientes de la estrella gala, de acuerdo con este experto en marketing.
La prensa francesa, normalmente adulatoria con el flamante capitán de su selección, ha criticado la actitud de su estrella. L’Équipe plantea, en un artículo editorial, si lo normal no hubiese sido aplicarle una sanción por mala conducta.
No es la primera vez que Mbappé da un puñetazo encima de la mesa en cuestiones de derechos de imagen y de otra índole. Sus declaraciones en febrero de 2023 en defensa de Zidane contribuyeron al cese del entonces patrón de la Federación Francesa de Fútbol, Noël Le Gräet.
Asesorado por la abogada especialista en los derechos de imagen deportivos Delphine Verheyden y por sus padres, Wilfried y Fayza, el delantero ha hecho de esos derechos un caballo de batalla.
En 2022 se lanzó a un mediático pulso con la Federación Francesa de Fútbol (FFF), que tuvo que plegarse y aceptar que los jugadores pudiesen decidir si participaban o no en las acciones publicitarias de patrocinadores de la FFF.
El prodigio de Bondy había liderado esa lucha desde que se negaba a promocionar marcas relacionadas con las casas de apuestas deportivas o con la comida rápida, que eran patrocinadoras de la selección campeona del mundo de 1998 y 2018.
El futbolista no quería asociar su imagen con ese tipo de empresas por estimar que tienen un impacto social negativo.