La población de la India superará este año por 2,9 millones a la de China y se convertirá en el país más poblado del mundo con 1.428,6 millones de habitantes, según los datos en un informe publicado este miércoles por el Fondo de Población de la ONU (UNFPA, por sus siglas en inglés).
Esta estimación que se refiere al “promedio durante el año” no específica cuándo ha sucedido el sorpaso.
Según el centro World Population Review, que estima en tiempo real las proyecciones de crecimiento de población, durante el día de hoy la India superó la barrera de 1.426 millones de habitantes, unos 400.000 más que China.
El organismo internacional preveía inicialmente que esto ocurriese a mediados de este mes de abril, aunque la ausencia de un censo de población en la India desde 2011 dificulta evaluar la exactitud de las proyecciones.
Así, los expertos no pueden determinar con exactitud la fecha en que la India tomará el testigo de forma oficial.
Sin censo
La India elabora un nuevo censo cada diez años, sin embargo tuvo que aplazar el que tenía previsto para 2021 por la pandemia del coronavirus, y no será completado hasta 2024 según han confirmado las propias autoridades indias.
El ascenso de la India al primer puesto de la lista de países más poblados del mundo supondría la primera ocasión en que China es desbancado de esta posición desde que la ONU comenzó a hacer registros en 1950.
Desde ese año, la población india ha crecido en más de mil millones de personas, más que la población total de Europa, y continua ascendiendo a diferencia de China, que por primera vez en décadas ha comenzado a mostrar un crecimiento negativo.
Según las estimaciones de la ONU, la India seguirá manteniendo un crecimiento demográfico positivo durante décadas, una tendencia que responde a la baja edad media de este país asiático, donde una de cada cuatro personas son menres de 14 años y a la tasa de fertilidad, que pese a haber disminuido en las últimas décadas es de dos nacimientos por madre.
La ONU advierte de que la fecundidad no debe ser utilizada para lograr objetivos demográficos
El documento publicado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en el que se plantea el modo de luchar contra el alarmismo que suscita la demografía, pide defender los derechos reproductivos sin influir en las tasas de fecundidad para alcanzar objetivos concretos.
La población mundial alcanzó los 8.000 millones de personas en noviembre pasado y para la ONU, el hecho de que India superará este año por primera vez la población de China, desmonta algunos mitos sobre las posibles consecuencias de una cifra tan elevada y aboga por medidas que generen un cambio de mentalidad de la gente, empoderen a la mujer y protejan sus derechos.
El informe de la UNFPA rebate algunas de las creencias que justifican las políticas de planificación familiar adoptadas en algunos países, como que nacen demasiadas personas, es irresponsable tener hijos en un mundo de catástrofes climáticas o que hay que establecer una tasa de fecundidad.
“La reproducción humana no es ni el problema ni la solución. Cuando situamos la igualdad de género y los derechos en el centro de nuestras políticas demográficas, somos más fuertes, más resilientes y más capaces de lidiar con los retos derivados de la rápida evolución de las poblaciones”, ha dicho Natalia Kanem, directora ejecutiva del UNFPA.
Ansiedad democrática
En respuesta a quienes piensan que las tasas de fecundidad son la causa de males como las catástrofes climáticas, el hambre o las pandemias, la ONU indica que alcanzar los 8.000 millones de personas es señal de progreso.
A su juicio, significa que más recién nacidos sobreviven, que más niños y niñas acuden a la escuela, reciben atención sanitaria y alcanzan la edad adulta.
Según la ONU, desde los años 50, el promedio de hijos que las mujeres tienen en todo el mundo se ha reducido en más de la mitad: de 5 a 2,3 pero eso no representa ninguna alarma sino que muestra que la gente cada vez ejerce más control sobre su vida reproductiva.
La reproducción debería ser una elección
El informe hace hincapié en que la reproducción debería ser una elección, algo que muchas veces no se cumple.
Indica, por ejemplo, que alrededor del 44 por ciento de las mujeres y niñas con pareja no tienen libertad para decidir sobre su cuerpo, que casi la mitad de los embarazos no son intencionales y que cada año medio millón de partos son de niñas de entre 10 y 14 años.
También recuerda que 2,1 hijos por mujer es el nivel de fecundidad llamado de “reemplazo”, es decir, la tasa media necesaria para que se mantenga la población, pero subraya que no hay que tomar esa cifra como una regla de oro, al considerarla un “objetivo erróneo e inalcanzable”.
El documento conclute que los cuerpos de las mujeres “no deben estar sujetos a decisiones tomadas por gobiernos o personas ajenas”.
EFE