Los tanques M1 Abrams que Washington planea enviar a Ucrania ayudarán a Kiev en el campo de batalla, pero no serán una panacea. Así lo dijo el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas estadounidenses, Mark Milley, durante una rueda de prensa conjunta con el secretario de Defensa, Lloyd Austin.
“Ya saben, soy parcial, pero creo que el tanque M1 es el mejor tanque del mundo”, dijo Milley a los periodistas, asegurando que, en su opinión, “el tanque M1, cuando se entregue, marcará la diferencia” en el desarrollo del conflicto.
“Pero también quisiera advertir que en la guerra no hay una bala de plata”, reconoció el alto cargo militar. “Los resultados de las batallas y las guerras dependen de muchas, muchas variables. Y en este caso, habría que asegurarse de que los tanques se utilizan en armas combinadas con infantería mecanizada, artillería”, explicó.
“Así que no hay una bala de plata en este caso, pero creo que el tanque M1, cuando se entregue y alcance su capacidad operativa, será muy eficaz en el campo de batalla”, reiteró. En sus declaraciones, Milley precisó que las fuerzas ucranianas recibirán dentro de “un par de semanas” tanques de entrenamiento, que “no son muy aptos para el combate”, sino que sirven para enseñar a las tropas a usarlos.
“Eso será parte del paquete de apoyo para entrenarlos mientras los otros tanques están siendo reacondicionados para acelerar su entrega. Pero cuando lleguen y ese personal esté entrenado y se utilicen en una táctica de maniobras con armas combinadas en combinación con infantería mecanizada, los Bradley, serán muy eficaces”, prometió.
A finales de enero, EE.UU. aprobó el envío de 31 tanques M1 Abrams a Ucrania y el presidente Joe Biden prometió que Washington también proporcionará el entrenamiento necesario para operar estos carros de combate.