Una corte federal de apelaciones dio luz verde la noche del miércoles a la comparecencia del exvicepresidente Mike Pence ante un gran jurado que investiga los esfuerzos de Donald Trump para revertir los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, al rechazar un intento de los abogados del expresidente de bloquear el testimonio.
No estaba claro de inmediato qué día podría comparecer Pence ante el gran jurado que durante meses ha investigado los acontecimientos que precedieron al asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 y los esfuerzos de Trump y sus aliados para subvertir el resultado de las elecciones de 2020 que ganó Joe Biden.
El testimonio de Pence, que se produce cuando se acerca a una posible entrada en la carrera presidencial de 2024, sería un momento clave en la investigación y probablemente daría a los fiscales un relato clave en primera persona a medida que avanzan en su investigación.
La orden del panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones de EEUU del Circuito para el Distrito de Columbia permanecía sellada y ninguna de las partes es mencionada por su nombre en los registros judiciales en línea. Pero la apelación había sido presentada apenas unos días después de que un juez de primera instancia ordenara a Pence declarar a pesar de las objeciones del equipo de Trump.
Un abogado de Pence y un portavoz de Trump no respondieron inmediatamente los correos electrónicos en busca de comentarios. Y un portavoz del fiscal especial del Departamento de Justicia que dirige la investigación declinó hacer comentarios.
Pence admite que su relación con Trump “no terminó bien”
La apelación fue decidida por el juez Gregory Katsas, designado por Trump, y los jueces Patricia Millett y Gregory Wilkins, ambos designados por el expresidente Barack Obama. No estaba claro si los abogados de Trump podrían pedir a todo el tribunal de apelaciones que se ocupara del asunto.
Pence fue citado a declarar a principios de este año, pero los abogados de Trump se opusieron citando el privilegio ejecutivo. En marzo, un juez se negó a bloquear la comparecencia de Trump, aunque se puso del lado del exvicepresidente en su argumentación de que, por la cláusula de discurso de la Constitución, no se le podía obligar a responder a preguntas sobre nada relacionado con su papel como presidente del Senado durante el acto de certificación de los votos electorales el 6 de enero.
Un portavoz de Pence dijo posteriormente que el exvicepresidente no apelaría y que habían sido reivindicados sus argumentos basados en la norma constitucional que protege a los miembros del Congreso de ser interrogados sobre su actividad legislativa.
“Obedeceremos la ley, diremos la verdad”, dijo Pence en una entrevista con el programa ‘Face the Nation’ de CBS News que se emitió el domingo. “La historia que ya he estado contando al pueblo estadounidense en todo el país, la historia que escribí en las páginas de mis memorias, esa será la historia que cuente en ese escenario”.
Pence ha hablado extensamente sobre la campaña de presión de Trump instándole a rechazar la victoria de Biden en los días previos al 6 de enero, incluso en su libro So Help Me God.
Pence, como vicepresidente, tenía un papel ceremonial en la supervisión del recuento de votos del Colegio Electoral por parte del Congreso, por lo que no tenía poder para afectar a los resultados, a pesar de que Trump sostenía lo contrario.
Además, se ha quejado de que Trump puso en peligro a su familia y a todos los que estaban en el Capitolio ese día y que la historia le pedirá “cuentas”.
“Durante cuatro años, tuvimos una estrecha relación de trabajo. No terminó bien”, escribió Pence, resumiendo su paso por la Casa Blanca.
Abogados de Trump insisten en motivaciones políticas detrás de demandas
El fiscal especial que dirige la investigación del Departamento de Justicia, Jack Smith, ha solicitado el testimonio de una larga lista de antiguos colaboradores de Trump, entre ellos sus exasesores en la Casa Blanca Pat Cipollone y Stephen Miller.
Smith está investigando por separado a Trump por el posible manejo indebido de cientos de documentos clasificados en su residencia de Florida, Mar-a-Lago, así como por posibles esfuerzos para obstruir esa investigación.
El miércoles, los abogados de Trump calificaron la investigación del Departamento de Justicia de “gravemente chapucera” y “políticamente infectada” e instaron al Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes a intervenir organizando audiencias e impulsando regulaciones sobre el manejo de documentos clasificados en la Casa Blanca para estandarizar los procedimientos para presidentes y vicepresidentes cuando dejen el cargo.
“Debería ordenarse al Departamento de Justicia que se retire y, en su lugar, la comunidad de inteligencia debería llevar a cabo una investigación apropiada y proporcionar un informe completo a este Comité, así como a sus homólogos en el Senado”, escribieron los abogados.
No está claro cuándo terminará ninguna de las investigaciones del fiscal especial ni a quién se acusará, si es que se acusa a alguien.