Siria prolongó tres meses más el acceso de la ayuda humanitaria desde Turquía a las áreas controladas por los rebeldes a través de dos cruces fronterizos, dijo el sábado una representante de Naciones Unidas.
El ministro de Relaciones Exteriores sirio transmitió la decisión de “permitir que la ONU continúe usando los cruces de Al Ra’ee y Bab al Salam durante tres meses más”, informó a la AFP Eri Kaneko, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la organización.
En 2014, una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU aprobó un mecanismo para utilizar cuatro cruces fronterizos para entregar ayuda humanitaria en áreas rebeldes localizadas en el norte y noroeste de Siria, donde viven más de cuatro millones de personas.
Sin embargo, bajo la presión de Rusia, solo el cruce de Bab al Hawa, limítrofe con Turquía, se ha mantenido operativo desde 2020.
Tras el terremoto que sacudió Turquía y Siria el 6 de febrero, ONG y opositores criticaron la lentitud de la llegada de la ayuda de la ONU a estas zonas, donde la población ya vivía en condiciones difíciles antes de la tragedia.
Poco después, Damasco aceptó que la ONU utilizara otros dos cruces fronterizos con Turquía, primero para transportar tiendas de campaña, mantas y botiquines contra el cólera. Esta autorización expiraba este sábado 13 de mayo.
Según la ONU, Siria necesita al menos 15.000 millones de dólares para recuperarse del fuerte terremoto que mató a casi 6.000 personas en el país.
Además, Siria es escenario de una guerra civil desde 2011 que ha dejado medio millón de muertos, millones de desplazados y ha dividido al país.