La franquicia Internacional The Voice se convirtió en una esperanza para la clase artística de la República Dominicana cuando en plena pandemia del coronavirus se anunció que se celebraría una producción para la nación caribeña.
El mundo de la producción y de la música dominicana vieron en The Voice una oportunidad para escalar a la más alta esfera del entretenimiento no solamente a nivel nacional, sino también al nivel internacional.
Hoy en día esos sueños se esfumaron, ya que la franquicia le ha quedado mal a decenas de personas, entre ellos personal de producción, técnicos, artistas que fungieron como jurados, incluso ganadores del concurso, al no pagarles el dinero prometidos en los honorarios por trabajo realizado y por premios al ganar el certamen, por lo que es considerado como el mayor engaño hecho al personal de la televisión dominicana en su historia.
En Nuria Investigación Periodística fueron entrevistados tanto artistas de renombre que participaron en el jurado, como Milly Quezada, Eddy Herrera y Álex Matos, así como a la productora general del show, Angie Rodríguez, y la ganadora de la segunda temporada del concurso, Adriana Green.
Este concurso fue traído a la República Dominicana por el empresario Ariel Nina, quien compró la licencia de representación por unos 300 mil dólares y asumió la producción ejecutiva, a pesar de que no tiene experiencia conocida en la producción de eventos.
Esta franquicia, en deudas con artistas, técnicos, productores, programas radiales, televisivos y ganadores del concurso, adeuda más de RD$38 millones, sin que hasta el momento haya esperanzas de que esos recursos serán pagados, ya que los ejecutivos de The Voice abandonaron el país.
Hasta el momento se han realizado dos temporadas de este concurso musical en la República Dominicana, aunque desde la primera ya venían arrastrando problemas financieros, evidenciado en el pago incompleto a Yohan Amparo, ganador del concurso. Hay planes para desarrollar una tercera temporada enfocada en niños y para tal ya se han creados perfiles en Instagram que son seguidos por el productor ejecutivo del concurso, Ariel Nina.
Según los informes, a Milly Quezada el programa The Voice Dominicana le adeuda RD$648,000, mientras que a Eddy Herrera más de RD$1 millón 500 mil. El salsero Álex Matos y la presentadora Luz García el programa le adeuda más de RD$1 millón 100 mil a cada uno.
Al presentador Jhoel López se le adeuda RD$270 mil, al artista urbano Musicólogo RD$324 mil, a la relacionadora pública del concurso, María Eugenia Ruíz, más de RD$140 mil.
A la asesora de mercadeo y comunicaciones, así como los medios de comunicación por concepto de colocación de publicidad y comisiones de ventas le adeudan más de 19 millones de pesos con impuestos incluidos.
Al director musical, Henry Jiménez más de 5 millones de pesos y a la empresa de audio, luces y pantallas más de 5 millones de pesos, para una deuda total aproximada de 700 mil dólares, equivalentes a más de 38 millones de pesos, sin contar otros suplidores y colaboradores.
El merenguero Eddy Herrera, en las cámara de N Investigación Periodística, relató que producto de la hermandad que había en el show, pudieron constatar que los ejecutivos del concurso dejaron de pagar a los colaboradores.
Mientras que Luz García sostuvo que más allá de la pasión que genera un concurso de ese magnitud a quienes laboran en el entretenimiento, ese tipo de trabajo dentro del arte se hace también con una intención económica, por lo que The Voice Dominicana jugó con su trabajo.
Origen de The Voice
“The Voice of Holland”, es un reality show creado en 2010 en Países Bajos por John de Mol. Consiste en una competencia musical con cinco etapas, empezando por audiciones a ciegas donde destacados artistas que cumplen la función de entrenadores se basan únicamente en la voz y no en la apariencia.
Luego de esa primera fase, se hacen rondas de batalla, eliminatorias y presentaciones en vivo. En la actualidad, el programa se ha expandido por unos 70 países que van desde Reino Unido hasta Corea del Sur y en 2021, llega a República Dominicana de la mano de Ariel Nina Ramírez, un dominicano residente en Estados Unidos poco conocido en el país y su empresa Four and Four Production SRL, que según su registro mercantil, fue creada en 2018, con domicilio físico en la Zona Colonial y también tenía como socio a Nine Plusthree Production, representada por Tristan Napoleón Deschenes Martínez. Pero las oficinas físicas desde donde se gestionaba el programa eran las instalaciones de Procapital Film Studios, en el Ensanche La Julia, cuyos socios son el norteamericano Louis Ricardo Arreola, Tristan Napoleón Deschenes Martínez y Ramón Ricardo Rodriguez Maxwell. Pese a que Ariel Nina no tiene experiencias conocidas en la industria televisiva, hace una inversión cuantiosa y compra la licencia para traer la franquicia al país por unos 300 mil dólares, asumiendo la producción ejecutiva.