El gobierno de El Salvador desplegó el miércoles a 5,000 militares y 500 policías en el norte del país luego de que fuera asesinado un uniformado a manos de supuestos pandilleros, en momentos en que el presidente Nayib Bukele busca acabar con la criminalidad.
El martes, autoridades informaron que un oficial de policía murió durante un operativo tras un ataque de presuntos pandilleros en el municipio Nueva Concepción, ubicado a unos 67 kilómetros al noroeste de la capital San Salvador.
“Desde esta madrugada (miércoles), establecimos un cerco de seguridad alrededor del municipio de Nueva Concepción (…) en búsqueda de los responsables del homicidio y toda la estructura de pandilleros y colaboradores que aún se esconden en ese lugar”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
“Pagarán caro por el asesinato de nuestro héroe”, agregó.
Bukele ha logrado reducir drásticamente la violencia e inseguridad que reinaba en el país de la mano de las pandillas. Sin embargo, sus tácticas han sido duramente criticadas por organismos defensores de derechos humanos.
Desde que el joven mandatario, quien buscará la reelección en 2024, solicitó al congreso del país que aprobara un estado de excepción en marzo del año pasado, las fuerzas de seguridad han arrestado a más de 68,000 presuntos pandilleros y asociados. Defensores de derechos humanos aseguran que algunos inocentes han sido apresados, incluidos docenas que murieron en custodia.
El gobierno de Bukele ha lanzado previamente cercos de seguridad similares en áreas urbanas consideradas altamente peligrosas, incluidas Soyapango, Tutunichapa y La Granjita, en un intento por detener el tráfico de drogas y el movimiento de pandilleros. (Reporte de Nelson Rentería; Editado por Lizbeth Díaz y Diego Oré)