Ya es oficial. El gobernador de Florida, Ron De Santis, ha registrado los papeles con los que se presenta como candidato a las elecciones presidenciales de 2024. DeSantis competirá con el expresidente Donald Trump en las primarias del Partido Republicano. En la tarde del miércoles (hora de Florida, madrugada en la España peninsular) tiene previsto el anuncio público de su candidatura a través de una conversación con el magnate Elon Musk en Twitter y de una entrevista a cargo de un excongresista republicano en Fox News.
La candidatura de DeSantis se viene anticipando desde su buen resultado electoral en las elecciones de noviembre del año pasado, cuando resultó reelegido gobernador con una amplia mayoría. Su aplastante victoria contrastaba con la decepción de los candidatos trumpistas en circunscripciones decisivas. Trump, sin embargo, dio el primer paso oficializando su propia candidatura y ha estado tratando de disuadir a DeSantis para que compita con él.
Ambos tenían muy buena relación en el pasado. Trump considera, con motivo, que DeSantis fue elegido gobernador de Florida en 2018 gracias a su apoyo, así que ahora se siente traicionado.
En los últimos meses, Trump le ha criticado en público, le ha amenazado con revelaciones de secretos y le ha puesto motes. Sus partidarios han empezado a emitir publicidad negativa contra DeSantis antes incluso de ser candidato. Claramente, el expresidente le ve como su rival más temible. Su equipo ha tratado de denigrarlo en las últimas horas, incluso con el formato de presentación de la candidatura, diciendo que acude a Twitter para no tener que interactuar con otras personas.
DeSantis ha intentado en Florida una especie de trumpismo sin Trump, con políticas muy conservadoras, pero sin la mochila de escándalos y casos judiciales del expresidente. Su política de pocas restricciones durante la pandemia fue valorada por el electorado. DeSantis se han embarcado en las guerras culturales contra la ideología progresista, en asuntos como la orientación sexual, la identidad de género o la enseñanza de la discriminación racial en la historia.
El nuevo candidato puede, además, ofrecer un proyecto de futuro y no quedarse enfrascado en las quejas sobre las elecciones de 2020, que Trump alega falsamente que estuvieron amañadas. Con 44 años, DeSantis representa un salto generacional con respecto a Trump (76 años) o el actual presidente Joe Biden (80).