El encuentro entre el ministro de Educación, Ángel Hernández, y la Asociación Dominicana de Profesores parece la crónica de una muerte anunciada, al juzgar por las declaraciones de las partes, previo al inicio del diálogo.
Las expresiones de Hernández y del presidente de la ADP, Eduardo Hidalgo, parecen poco optimistas respecto a los potenciales resultados del encuentro.
El ministro Hernández aspira a que prime la armonía y que no se produzca un paro por docencia, por parte del sindicato de los docentes.
Sin embargo, Hidalgo se limitó a decir que escuchará lo que tienen que decir las autoridades y ratificó que el paro convocado para mañana, viernes, está montado y no hay marcha atrás.
La ADP convocó para este viernes a una manifestación frente a la sede del ministerio de Educación, exigiendo mejores condiciones laborales, aumentos de pensiones y de salarios, entre otras cosas.