Washington, 2 jul (EFE).- Estados Unidos expresó este domingo su “profunda preocupación” por los esfuerzos de algunos actores en Guatemala para “interferir” en el resultado de la primera vuelta de las elecciones generales, celebrada el pasado 25 de junio y en las que el candidato presidencial de la izquierda logró un inesperado segundo lugar.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, emitió un comunicado firmado directamente por él, en lugar de su portavoz, lo que subraya la importancia que Washington atribuye a este tema.
“Estados Unidos apoya el derecho constitucional del pueblo guatemalteco a elegir a sus líderes a través de elecciones libres y justas, y está profundamente preocupado por los intentos de interferir con el resultado de las elecciones del 25 de junio”, afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense.
Blinken también señaló que “las acciones que buscan interferir con el resultado electoral violan el espíritu de la constitución de Guatemala y amenazan la legitimidad de su proceso democrático”.
El secretario de Estado de EE.UU. no mencionó específicamente a ningún partido político ni institución guatemalteca en relación con los intentos de interferencia.
Sin embargo, el comunicado de Blinken llega después de que la Corte de Constitucionalidad de Guatemala, el máximo tribunal del país, suspendiera la oficialización de los resultados electorales hasta que se investiguen las denuncias de irregularidades planteadas por nueve partidos políticos.
Uno de esos partidos es Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), cuya candidata, la exprimera dama Sandra Torres, se enfrentará en la segunda vuelta el 20 de agosto al candidato del Movimiento Semilla, Bernardo Arévalo, quien dio la sorpresa en la primera vuelta.
La decisión de la Corte de Constitucionalidad de Guatemala establece que el Tribunal Supremo Electoral debe suspender la oficialización de los resultados electorales, pero expresa su deseo de que todas las denuncias de supuestas irregularidades se resuelvan antes de la segunda vuelta el 20 de agosto.
El candidato presidencial que resulte elegido tomará posesión como presidente el 14 de enero próximo para un período de cuatro años.