Las propiedades que se suelen atribuir a tomar una taza de café por la mañana probablemente no se deben solo a la cafeína, señala un estudio publicado la semana pasada en la revista Frontiers in Behavioral Neuroscience.
Un grupo de científicos portugueses concluyeron que puede tratarse de una especie de efecto placebo causado por nuestro cerebro, lo que sugiere que la cafeína no es precisamente la responsable de ayudarnos a despertar por las mañanas.
Los investigadores reclutaron a personas que bebían al menos una taza de café al día, entrevistaron a todos los participantes para recopilar datos sociodemográficos, y les realizaron dos resonancias magnéticas funcionales breves: una antes de tomar café y otra 30 minutos después de tomar una taza de café o bebida con cafeína.
Así, los científicos llegaron a la conclusión de que la cafeína regular solo reproduce parcialmente el efecto de una taza de café. Maria Picó-Pérez, primera autora del estudio, mencionó que los participantes “estaban más preparados para la acción y atentos a los estímulos externos después de tomar café”.
“Teniendo en cuenta que algunos de los efectos que encontramos fueron reproducidos por la cafeína, podríamos esperar que otras bebidas con cafeína compartieran algunos de los efectos”, continuó la experta citada por la revista.
Sin embargo, los investigadores registraron que “otros efectos eran específicos para el consumo de café y estaban impulsados por factores como el olor y el sabor específicos de la bebida o las expectativas psicológicas asociadas a su consumo”.
Tras los resultados del estudio, los científicos prevén analizar en el futuro las diferencias individuales en la absorción de cafeína entre los participantes.
Fuente RT