Por: Joel Suriel. – En los últimos meses ha sido común ver como las autoridades hacen alarde de que la República Dominicana ha logrado récord de deportaciones de inmigrantes ilegales, la mayoría provenientes de Haití, la vecina nación que se encuentra sumida en una grave crisis económica, política, social y sanitaria.
Mes tras mes la Dirección General de Migración envía sendos comunicados en los que afirma que miles de haitianos han sido deportados hacia su país. Para poner un ejemplo, la entidad aseguró hace pocos días, que en la primera semana de julio habían repatriado a 5,358 indocumentados, mientras que solamente en el mes de junio del presente año, más de 23 mil haitianos fueron deportados hacia su país de origen.
Sin embargo, estas estadísticas contrastan con la creciente ocupación de camas en los hospitales y maternidades por parte de las parturientas haitianas indocumentadas, quienes dan a luz a miles de niños anualmente.
Las alarmas en este tema se dispararon con las recientes declaraciones del ministro de Salud Pública, Daniel Rivera, quien dijo que de seguir cómo va el tema de las parturientas haitianas en el país, las dominicanas tendrán que buscar clínicas para poder dar a luz.
Esto da a entender que, aunque las autoridades afirman tener una agresiva política de deportación, en el tema de las parturientas haitianas han sido flexibles, ya que estas mujeres no son repatriadas a su país, y tanto ellas, como sus hijos, continúan residiendo en la nación de manera ilegal.
También se da a entender que las autoridades han sido flexibles con este tipo de inmigrantes porque el año pasado varias cadenas internacionales se dieron eco de que parturientas haitianas habían sido repatriadas sin el debido respeto a los derechos humanos.
Actualmente las parturientas haitianas ocupan el 35 por ciento de las maternidades del país, una cifra que varios sectores consideran alarmante, culpando al Gobierno de que una gran parte del presupuesto destinado a salud sea para las extranjeras ilegales.
Para entender el impacto de esto, en abril de este año el 24% de las parturientas eran haitianas, cifra que en los últimos meses se ha elevado a un 35%, por lo que cada día hay menos espacios para las dominicanas en las maternidades.
Por tal razón, ha vuelto a la palestra pública el planteamiento de que a las parturientas haitianas les sea cobrada una cuota económica cuando llegan al país a alumbrar a los hospitales públicos.
Varios legisladores se han expresado a favor y en contra de que en la República Dominicana se aplique esta medida, la cual procura descongestionar de pacientes haitianas las distintas maternidades del país.