La Semana Mundial de la Lactancia Materna se celebra todos los años del 1 al 7 de agosto para crear conciencia y estimular a la acción. En esta conmemoración, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alza la voz a fin de continuar apoyando los esfuerzos y fortalecer las medidas para proteger, promover y dar soporte al derecho a la lactancia materna en toda la región de América Latina y el Caribe.
Este año, el lema de la campaña es Amamantar y trabajar: ¡hagamos que sea posible!, iniciativa que gira en torno a la lactancia materna y el trabajo, y que ofrece la oportunidad estratégica de defender los derechos esenciales de la maternidad que promueven la lactancia materna: la licencia de maternidad durante un mínimo de 18 semanas, y preferiblemente más de 6 meses, y un espacio en el lugar de trabajo para amamantar posteriormente.
“Se trata de cuestiones urgentes para garantizar que las mujeres puedan amamantar todo el tiempo que deseen: más de quinientos millones de mujeres trabajadoras no se benefician de prestaciones de maternidad básicas; y muchas se encuentran sin apoyos cuando se reincorporan al trabajo”, dijo Anyoli Sanabria, representante adjunta de UNICEF en República Dominicana.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia busca motivar a las empresas a la reestructuración de los lugares de trabajo para facilitar la continuidad de la lactancia materna en sus colaboradoras. Contar con espacios seguros, limpios y tranquilos donde la mujer pueda extraerse la leche materna y conservarla refrigerada hasta el fin de la jornada laboral es una inversión en políticas favorables para la familia con la cual ganan todos, puesto que si es bueno para la familia, también lo es para las empresas y para la economía.
“La falta de este tipo de políticas dificulta la capacidad de madres y padres para crear un vínculo con sus bebés en los primeros y fundamentales años de vida: las pruebas demuestran que se trata de un período en el que la combinación de una nutrición adecuada, un ambiente de cariño y unos cuidados estimulantes fortalecen el desarrollo del cerebro del bebé y se asegura el mejor comienzo a la vida”, agregó Sanabria.
Las más recientes estadísticas realizadas en la nación dominicana sobre lactancia materna revelan que el porcentaje de niños lactados de manera exclusiva durante los primeros seis meses asciende a 16%, según la encuesta ENHOGAR-MICS de 2019, que efectúan la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) y UNICEF. Aunque ha habido un aumento de 4% a 16% entre 2014 y 2019, este porcentaje de 16% es aún muy bajo y se necesita la movilización de todos los sectores de la sociedad para apoyar a las madres lactantes y revalorizar la leche materna como el mejor alimento, proporcionándoles espacios seguros para lactar o extraerse la leche en sus lugares de trabajo.
Estas políticas generan retornos económicos al reducir el ausentismo relacionado con la maternidad, aumentar la retención de trabajadoras y reducir los costos de contratación y capacitación de nuevo personal.
A su vez, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que en el ámbito global más de quinientos millones de mujeres trabajadoras no se benefician de medidas de protección de la maternidad esenciales en la legislación nacional, que tan solo el 20% de los países exigen a los empleadores que ofrezcan a sus empleadas pausas remuneradas e instalaciones para la lactancia o la extracción de leche, y de igual manera enfatizan en que menos de la mitad de los menores de 6 meses se alimentan exclusivamente de leche materna.
Solo 42 países cuentan con políticas nacionales que ofrecen a madres, padres y cuidadores tiempo y recursos suficientes (seis meses de licencia materna remunerada y cuatro semanas de licencia paterna remunerada) para cuidar a sus hijos.
Llamado a la acción: invertir en políticas favorables a la familia
UNICEF insta a gobiernos y empresas a reacondicionar las áreas de trabajo propiciando la creación de salas amigas de la lactancia, con el objetivo de permitir que las madres al volver a trabajar después de su licencia de maternidad o de haber dado a luz, puedan continuar la lactancia materna, y de esa manera ofrecer a sus hijos o hijas la oportunidad de iniciar una vida sana y equilibrada, lo cual sería un estímulo para la productividad y el empoderamiento de las mujeres, y de enorme beneficio para los niños.
Asimismo, se sugiere que haya suficientes permisos remunerados para madres, padres y cuidadores, tanto en la economía formal como en la informal, para satisfacer las necesidades de sus hijos, al igual que para el cuidado de los niños pequeños enfermos, aunque las evidencias indican que un niño lactado tiene menos probabilidad de presentar problemas en la salud.
Desde los primeros momentos de la vida de un niño, la lactancia materna es la intervención por excelencia en materia de supervivencia y desarrollo infantil. La lactancia protege a los bebés de enfermedades infecciosas comunes y estimula el sistema inmunológico de los niños, proporcionando los nutrientes clave que necesitan para crecer y desarrollar todo su potencial. Los bebés que no son amamantados tienen 14 veces más probabilidades de morir antes de cumplir un año que los bebés que son amamantados exclusivamente.
Además, se hace hincapié en que, es fundamental brindar soporte a las madres para continuar amamantando al menos hasta los 2 años a la par de una alimentación sólida complementaria.