El paro de labores del personal médico convocado por 48 horas en los hospitales y clínicas del país está teniendo un seguimiento de en torno al 80 % a nivel nacional en esta primera jornada, indicó este jueves el Colegio Médico Dominicano (CMD), convocante de la huelga.
Con este paro, los médicos piden un aumento de sus honorarios, una mayor cobertura del Plan de Servicios de Salud (PDSS) y la inclusión de la salud mental en este capítulo, atención domiciliaria a envejecientes y discapacitados y la incorporación de otras especialidades al catálogo de servicios de la seguridad social.
“El Colegio Médico Dominicano transitó durante casi cinco meses el camino del diálogo. Cuatro rondas de más de cuatro horas con la vicepresidenta de la República (Raquel Peña), que ayer reclamaba de nuevo el diálogo”, dijo el presidente del colectivo, Senén Caba, en declaraciones a la prensa.
A instancias de Raquel Peña y del ministro de Trabajo, Luis Miguel de Camps, que preside el Consejo Nacional de la Seguridad Social, se mantuvieron en la sede de su departamento “catorce largas reuniones, horas y más horas hablando desde el 15 de marzo al 14 de junio” y “no se aprobó absolutamente nada” de lo discutido.
“También en el Ministerio de Salud Pública (hubo) largas jornadas discutiendo un nuevo plan básico que incluyera procedimientos nuevos”, ya que desde 2007 no se introducen nuevas prácticas ni medicamentos, de modo que los pacientes se los tienen que costear porque las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) y la Seguridad Social “no los cubren”, explicó Senén.
La huelga también persigue que “se incluya a los pacientes mentales y a los pacientes vulnerables encamados o confinados”, señaló el presidente del CMD.
Tras estos “cuatro largos meses (de conversaciones) lo que observamos es un desinterés, una despreocupación (…) y a la larga nos dimos cuenta de que fue una trampa”, de modo que hoy “quien tiene validez como interlocutor de esta crisis, en el único en el que creemos en este momento, es en el presidente de la República”, Luis Abinader, apuntó.
“El presidente de la República, que es la única instancia con la que no nos hemos encontrado, tiene la última palabra. De ahí para abajo los interlocutores utilizados por el Gobierno han tenido una capacidad resolutiva muy baja. No han resuelto nada”, agregó.