Wellington, 10 ago (EFE).- Con el posible regreso de Ivana Andrés, España buscará seguir haciendo historia en Nueva Zelanda e intentará asegurar un cupo por primera vez en unas semifinales de un Mundial femenino. Pero para ello deberá superar este viernes a Países Bajos, actual subcampeona y su rival de mayor peso hasta el momento.
Tras una verdadera revolución en el once inicial en el compromiso ante Suiza, le tocará a Jorge Vilda encontrar las mejores piezas para descifrar el rompecabezas y hallar la mejor versión para hacer frente al organizado conjunto naranja en el partido de mañana, en los cuartos de final del torneo.
Al margen del tropiezo ante Japón (4-0), España camina cona paso firme en este Mundial con su hoja de ruta casi intacta, que incluye tres solventes victorias, todas por goleada.
La gran duda para esta cita sigue siendo Ivana, quien no jugó los últimos dos partidos por una lesión muscular en el sóleo y se ha entrenado al margen del grupo en los últimos días, aunque se reincorporó a las prácticas la víspera.
Este jueves, la capitana ha mandado un mensaje de tranquilidad al asegurar que está “en las mejores condiciones posibles” y disponible para el encuentro.
“Han sido días complicados, pero ahora mismo ya estoy disponible, en las mejores condiciones posibles, y con muchas ganas, con mucha ambición e ilusión de seguir haciendo historia”, afirmó en una rueda de prensa.
Para un partido que se espera sea bastante igualado, se prevé que España mantendrá su característico juego dinámico, aunque deberá prestar especial atención a la defensa, a fin de frenar la veloz y eficaz primera línea ofensiva neerlandesa.
El conjunto de Jorge Vilda ha centrado los últimos entrenamientos justamente en los “aciertos” necesarios para plantar cara a un “sólido” rival que, además, es bastante conocido de las españolas.
“Son grandes jugadoras, son un gran equipo y mañana van a exigir lo mejor de nosotros”, dijo el seleccionador hoy.
La esperada cita será asimismo el escenario para una batalla de gigantes también en el medio de campo: Aitana Bonmatí, pieza indispensable del elenco español, y Jill Roord, segunda máxima goleadora del torneo, protagonizarán un duelo en la zona medular que podría ser determinante para la clasificación.
Precisamente con Roord, autora de cuatro goles en el certamen, como su principal referente, la selección oranje confía en mantener la curva evolutiva que ha experimentado durante el campeonato, en el que ha sufrido tan solo un gol en todos los cuatro partidos disputados hasta ahora.
Con jugadoras de la talla de Lineth Beerensteyn o Lieke Martens, Países Bajos tiene un estilo futbolístico bastante similar al español, por lo que deberá apostar por un juego directo en el ataque sin olvidar la solidez de la defensa.
Una de las principales piezas de esa fortaleza defensiva es el muro de la portera Daphne van Domselaar, uno de los bastiones del equipo y que fue la protagonista sobre el terreno de juego en la victoria ante Sudáfrica en los octavos de final.
Por otro lado, el seleccionador neerlandés, Andries Jonker, no podrá contar con otra de sus figuras claves, la centrocampista Danielle van de Donk, quien ha alcanzado el límite de tarjetas amarillas y será baja.
“Solo hay una Danielle, con cualidades muy específicas, una brillante carrera, pero habrá alguna solución, otro jugadora traerá estas cualidades al campo”, dijo Jonker en una rueda de prensa hoy.
En un partido más analítico que nunca, las dos selecciones -bastante familiarizadas con sus respectivos estilos- buscarán explorar al máximo esa proximidad, ya que varias de las internacionales de ambos lados han jugado o juegan juntas en clubes europeos.