Ciudad del Vaticano, EFE.- El papa Francisco advirtió del riesgo de entregar la vida humana a la lógica de los algoritmos que deciden su valor, en un mensaje enviado a la directora general de la Unesco, Signora Audrey Azoulay, en ocasión de la Jornada Mundial de la alfabetización que se celebra hoy.
En su mensaje, el papa lamenta que “las estimaciones sobre el número de personas que carecen de conocimientos básicos de alfabetización siguen siendo alarmantes y esto supone un obstáculo para el pleno desarrollo de su potencial” y el mundo “necesita las capacidades y contribuciones de todos para afrontar mejor los retos de nuestro tiempo”
Y entre los retos, Francisco menciona tres: “Un primer reto es el de la alfabetización para la paz” porque “aprender el léxico de la paz significa recuperar el valor del diálogo, la práctica de la amabilidad”.
Otro de los retos, agrega el papa, es “el de la alfabetización digital” pues “persiste una amplia ‘brecha digital’, en la que millones de personas permanecen al margen porque se ven privadas de acceso no sólo a los bienes esenciales, sino también a las tecnologías de la información y la comunicación”.
Y además, aseveró, que “en las ‘autopistas digitales’ muchos se ven perjudicados por la división y el odio”.
Y agregó que además existe ” el grave riesgo de entregar la vida humana a la lógica de los dispositivos que deciden su valor, por lo que será necesario que las políticas y leyes destinadas a fomentar la adquisición de competencias digitales no descuiden la reflexión ética más amplia sobre el uso de algoritmos, orientando el uso de las nuevas tecnologías hacia una vía responsable y humana”.
Mientras que el tercer reto, indicó, es el de la “alfabetización ecológica integral” pues “la degradación de la naturaleza está estrechamente ligada a la cultura del despilfarro que caracteriza la convivencia humana actual, se tratará de promover paciente y tenazmente el aprendizaje de comportamientos más sobrios y solidarios”.
En este aspecto urgió a “una política y una economía verdaderamente sostenibles para la calidad de vida, en beneficio de todos los pueblos de la tierra y especialmente de los más desfavorecidos y en situación de riesgo”.
Concluyó expresando sus deseos de que “la alfabetización, que pretende sentar las bases de sociedades sostenibles y pacíficas”.