Con las manos sobre la cabeza, avanzando por las escaleras de forma ordenada y evitando crear aglomeraciones, 3,000 trabajadores salían este miércoles de un edificio de oficinas gubernamentales de Santo Domingo, en un simulacro de evacuación por terremoto.
Se trata del tercer ejercicio que se lleva a cabo en estas dependencias, que acogen a personal de diferentes instituciones, y que han empleado 15 minutos en desalojar por completo el edificio de 14 plantas. Una buena marca, aunque con margen para la mejora.
El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) realizó este Tercer Simulacro Nacional de Evacuación por Terremoto con el propósito de preparar a la población dominicana sobre cómo responder de ocurrir un evento de esa naturaleza.
Más de 2,300,000 personas se registraron para participar en el ejercicio a través de la página web del COE, indicó el director de la institución, Juan Manuel Méndez, en declaraciones a la prensa minutos antes de que comenzasen a sonar las sirenas advirtiendo de la evacuación, que concluyó de forma exitosa.
“En vista de que los terremotos no pueden predecirse, este simulacro nos ayudará a saber cómo actuar en caso de que ocurra un evento de esa naturaleza en el país”, señaló Méndez.
No se trata tanto de medir los tiempos de evacuación, dijo el director del COE, como de que “la población se ejercite” ante un movimiento sísmico, al igual que las empresas y las instituciones gubernamentales.
En República Dominicana hay 14 fallas sísimicas activas “y tenemos que estar preparados para este tipo de eventos”, por eso “en este simulacro participan casi todas las instituciones gubernamentales, empresas, colegios y escuelas”, manifestó a EFE la viceministra de Seguridad Preventiva en los Sectores Vulnerables del Ministerio de Interior y Policía, Milly Pérez.
Además, “nosotros estamos promoviendo en los barrios algunos ejercicios para que la gente tenga conciencia” de qué hacer ante estas situaciones que pueden generar pánico, algo que, en opinión de Pérez, “deberíamos hacerlo ya en todo el país”.
Una vez desalojado el edificio gubernamental Juan Pablo Duarte donde se ha desarrollado el ejercicio, los “barredores” comprobaron que no quedaba nadie en las instalaciones y, tras unos minutos, los trabajadores volvieron a su rutina con la tranquilidad de saber que están preparados para responder ante un terremoto. EFE