El papa Francisco ha expresado su “profunda pena” por las víctimas y damnificados del huracán Otis, que ha causado al menos 27 muertos y cuantiosos daños materiales al impactar en Acapulco, en el estado mexicano de Guerrero.
“Su Santidad Francisco, profundamente apenado al tener noticia del desastre natural que está afectando a esas costas de Guerrero, ocasionando víctimas, heridos y numerosos daños materiales, ofrece fervientes sufragios por el eterno descanso de los fallecidos”, señala un telegrama enviado en su nombre al arzobispo de Acapulco, Leopoldo González, por su secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin.
Y agrega: “A la vez que pide al señor conceda su consuelo a quienes sufren los devastantes efectos del huracán y ruega que incremente en la comunidad cristiana sentimientos de ardiente caridad para colaborar en la reconstrucción de las zonas afectadas”.
Francisco, con esta misiva, “desea hacer llegar su sentido pésame a los familiares de los difuntos, así como su paterna solicitud y cercanía espiritual a los heridos y damnificados del querido pueblo de Acapulco, a los que imparte de corazón la confortadora bendición apostólica, como signo de fe y esperanza en cristo resucitado”.
El huracán Otis ha dejado 27 muertos tras impactar como categoría 5 en Acapulco, uno de los principales destinos turísticos del país.