Según el artículo 148 de la constitución dominicana, el estado está obligado a indemnizar por los daños y perjuicios ocasionados a las personas físicas o jurídicas por una actuación u omisión administrativa antijurídica.
Esto afirmó el abogado Roberto Medina Reyes a N Investiga en una entrevista relacionada a la catástrofe ocurrida el sábado 18 de noviembre, en el paso a desnivel de la avenida 27 de Febrero con Máximo Gómez a causa de torrenciales lluvias por un disturbio atmosférico.
Medina aseguró que esta obligación contempla o reconoce el derecho de las personas a exigir una indemnización justa como consecuencia de los prejuicios causados en sus derechos.
El jurista además indicó que para exigir un derecho indemnizatorio se requiere de la comprobación de tres elementos esenciales.
En primer lugar sería la existencia de una lesión resarcible, siendo esta antijurídica, real, efectiva, evaluable e individualizable. El segundo elemento sería la imputación de esa lesión a la administración pública, y por último, la necesidad de una relación de causalidad.
Sin embargo, Roberto Medina destacó que en el caso de los fenómenos naturales no es necesario demostrar ese nexo causal ya que se le imputa el daño al estado por la inobservancia de sus deberes positivos.
En tanto que, el ingeniero hidráulico Cesar Fernández, quien asesoró a uno de los miembros de la primera comisión de 1999 para el referido paso a desnivel, informó que en aquel año se encontró una situación similar a la ocurrida el pasado fin de semana pero en el lado contrario, o sea, próximo a Miraflores.
”Ocurrió lo mismo en aquella ocasión, pero no provocó que el muro colapsara, sino que se moviera, se desprendió un poco de la roca y se movió hacia la parte baja del elevado”, aseguró Fernández.
Además, informó que en aquel entonces, la comisión les pidió que evaluaran el tema del drenaje en el área de Miraflores, donde hicieron un recorrido y vieron el tipo de drenaje que había en la zona.
Luego de ver lo que ocasionó el movimiento del pavimento, en ese momento corrigieron el fallo utilizando anclajes que fijaban las losas de hormigón a la roca donde estaban apoyadas inicialmente.
El ingeniero también sostuvo que a pesar de que los drenajes del área estuviesen limpios el 18 de noviembre del corriente año, en el momento del siniestro, la estructura no hubiese sido capaz de manejar la cantidad de agua.