UBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Un buque de guerra estadounidense y varios barcos comerciales fueron atacados el domingo en el Mar Rojo, informó el Pentágono. Los rebeldes hutíes después se adjudicaron los dos ataques a los barcos que según dijeron estaban vinculados a Israel, pero no reconocieron el ataque al buque de la Marina de Estados Unidos.
El ataque es una posible escalada en una serie de ataques marítimos en el Medio Oriente derivados de la guerra entre Israel y Hamás.
“Estamos al tanto de reportes de ataques contra el USS Carney y buques comerciales en el Mar Rojo y daremos más información tan pronto esté disponible”, indicó el Pentágono a The Associated Press.
El Carney es un destructor tipo Arleigh Burke.
Las fuerzas británicas habían reportado previamente que pareció haber un ataque con drones y explosiones en el Mar Rojo, sin dar detalles.
El Pentágono no identificó de dónde habría venido el ataque. Sin embargo, el vocero del ejército hutí, el general de brigada Yahya Saree, dijo que los ataque los cometieron ellos y que la primera embarcación fue impactada por un misil y la segunda por un dron mientras estaban en el estrecho Bab el-Mandeb que une al Mar Rojo con el Golfo de Adén.
Saree no mencionó que un buque de guerra estadounidense estuviera involucrado en el ataque. Señaló que los ataques continuarán mientras Israel siga con su guerra contra Hamás en la Franja de Gaza.
Los hutíes han lanzado varios ataques contra buques en el Mar Rojo, así como misiles y drones contra Israel mientras se desarrolla la guerra.
Un funcionario estadounidense, que habló a condición de anonimato para discutir asuntos de inteligencia, dijo que el ataque empezó a eso de las 10 a.m. en Saná, la capital de Yemen, y duró unas cinco horas. Otro funcionario estadounidense que también habló a condición de anonimato por el mismo motivo, dijo que Carney había interceptado al menos un dron durante el ataque.
El comercio naviero mundial ha sido atacado en tiempos recientes a medida que la guerra entre Israel y Hamás amenaza con convertirse en una conflagración regional, a pesar de que una tregua detuvo las hostilidades y permitió que Hamás liberara a algunos rehenes, y que Israel liberara a algunos prisioneros palestinos. Sin embargo, el fin de la tregua y la reanudación de los ataques aéreos israelíes en su ofensiva terrestre han aumentado el riesgo de que se reanuden los ataques marítimos.
En noviembre, los hutíes tomaron un buque de transporte vinculado a Israel en el Mar Rojo, frente a Yemen. Los rebeldes todavía tienen ese buque en el puerto yemení de Hodeida. Cayeron misiles cerca de otro buque de guerra estadounidense la semana pasada que había ido al rescate de otro buque vinculado a Israel que fue brevemente tomado por asaltantes.
Sin embargo, desde hace tiempo los hutíes no atacan a las fuerzas norteamericanas directamente, lo que intensifica el riesgo en el creciente conflicto marítimo. En 2016, las fuerzas estadounidenses lanzaron misiles Tomahawk que destruyeron tres instalaciones de radar en un territorio controlado por hutíes, en represalia por cohetes lanzados contra buques de la Marina estadounidense.