Las calles de Siria no se animarán este año por las fiestas navideñas y las principales iglesias se limitan a sesiones de oración.
“En Palestina, lugar de nacimiento de Jesucristo, la gente sufre”, declaró el arzobispo católico de Alep, Mons. Dionysius Antoine Shahda.
El barrio de Azizia, en el norte de Siria, acoge tradicionalmente un mercado de navidad concurrido y colorido. Pero en 2023, las luces y cantos han dejado espacio al silencio.
“Hemos anulado las celebraciones oficiales y recepciones en nuestras iglesias, para solidarizarnos con las víctimas de los bombardeos en Gaza“, explica el arzobispo.
“Dada las circunstancias, en particular en Gaza“, las principales iglesias sirias declararon en un comunicado común la anulación de las fiestas navideñas, limitándose a ceremonias religiosas.
Antes del estallido de la guerra civil en 2011, Siria contaba con 1,2 millones de cristianos, muchos de los cuales han huido del país. Aunque las festividades habían retomado progresivamente en los últimos años gracias a la recuperación de muchas zonas por parte del gobierno, la guerra ha hecho mella.
En Damasco, reina una atmósfera morosa, y las fiestas se limitan a un solo mercado.
La catedral Mariamita de Damasco, una de las más antiguas iglesias y sede de las Iglesia ortodoxa griega de Oriente, decoró modestamente su patio, donde colocó un pequeño arbolito.
FUENTE/AP