Hombres armados se apoderaron del autobús que transportaba a las religiosas. El vehículo fue conducido a un destino desconocido. El obispo de Anse-à-Veau et Miragoâne, Monseñor Dumas: “Acto de barbarie, que no respeta la dignidad de las mujeres consagradas”, pide la liberación de todas las secuestradas y se ofrece como rehén en su lugar.
La capital haitiana está experimentando un aumento de la violencia hasta el punto de que algunos barrios han sido acordonados en los últimos días. Según fuentes locales, seis religiosas de la congregación de las Hermanas de Sainte-Anne fueron secuestradas junto con otras personas, entre ellas el conductor, cuando iban a bordo de un autobús que se dirigía a la universidad de la capital, Puerto Príncipe. El vehículo fue detenido por hombres armados que subieron al autobús y tomaron como rehenes a todos los pasajeros. El secuestro tuvo lugar el viernes 19 de enero a plena luz del día y en el centro de la capital.
Indignación de la Iglesia haitiana
El secuestro, confirmado por un comunicado de prensa de la Conferencia de Religiosos de Haití, también ha sido denunciado enérgicamente por monseñor Pierre-André Dumas, obispo de Anse-à-Veau y Miragoâne, que condena “con vigor y firmeza este último acto odioso y bárbaro, que ni siquiera respeta la dignidad de estas mujeres consagradas que se entregan de todo corazón a Dios para educar y formar a los jóvenes, los más pobres y vulnerables de nuestra sociedad”.
En la nota, el obispo pide la liberación de los rehenes y el fin de “estas prácticas despreciables y criminales”. A continuación, invita “a toda la sociedad haitiana a unirse para formar una verdadera cadena de solidaridad en torno a todas las personas secuestradas en el país, para obtener su liberación y garantizarles un regreso rápido y seguro con sus familias y seres queridos”.Dumas incluso se ofrece como rehén en su lugar.
Aumento de la violencia
Las bandas armadas han intensificado sus acciones asesinas desde el pasado domingo, mientras se organizan manifestaciones contra la inseguridad en el país. El jueves, el barrio de Solino, al sur de Puerto Príncipe, fue escenario de violentos tiroteos entre bandas rivales y, en particular, un grupo armado del vecino barrio de Bel-Air. Según el responsable local de una organización de derechos humanos, los enfrentamientos se saldaron con una veintena de muertos.
Otros barrios de la capital, como Carrefour Péan y Delmas 24, también fueron blanco de ataques de bandas. En las calles de Puerto Príncipe, los residentes han levantado barricadas para protegerse.Desde hace varias semanas, también han aumentado los secuestros en Puerto Príncipe. La semana pasada, un médico y un juez de paz fueron secuestrados antes de ser liberados tras el pago de un rescate.
Manifestaciones contra la precariedadParalelamente, manifestaciones antigubernamentales sacuden el país desde hace varios días, a la llamada de Guy Philippe, antiguo jefe de policía y político, que ha regresado a Haití tras cumplir condena en Estados Unidos por blanqueo de dinero relacionado con el narcotráfico. Los manifestantes exigen la dimisión del Primer Ministro Ariel Henry, en el poder desde el asesinato del Presidente Jovenel Moïse en 2021, acusándole de su inacción a la hora de dirigir el país, tanto en el plano económico como en el de la seguridad.