Los Tigres del Licey acuden a la Serie del Caribe 2024 con la firme intención de defender su condición de campeones, después de derrotar el sábado pasado a las Estrellas Orientales en el máximo de siete juegos, en la serie final de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (Lidom).
Los Tigres, quienes ampliaron su liderato histórico al sumar su corona número 24 en el béisbol dominicano, marcharán al LoanDepot Park de Miami (Estados Unidos) con el propósito de defender el título de campeones del evento regional conquistado en la pasada edición en Venezuela, ganar así el torneo para la República Dominicana por 23 ocasión y agregar el trofeo 12 a su colección como equipo, ambos totales máximos en la historia de esta competición.
En el certamen, que se celebrará por tercera vez (1990 y 1991) en suelo estadounidense y que se disputará del 1 al 9 de febrero, el conjunto dominicano se enfrentará a los Criollos de Caguas, de Puerto Rico; Tiburones de La Guaira, de Venezuela; Naranjeros de Hermosillo, de México; Federales de Chiriquí, de Panamá; Royal Scorpions, de Curazao, y Gigantes de Rivas, de Nicaragua.
Un triunfo lleno de obstáculos
A diferencia del pasado campeonato de béisbol invernal dominicano, en el que los Tigres realizaron un recorrido punta a punta ganando cada una de las etapas del torneo, en su actual victoria el recorrido estuvo lleno de grandes dificultades y cambios considerables.
“El año pasado hicimos un punta a punta, sin ningún inconveniente y los que se atravesaron fueron mínimos, quizás un día de recuperación, pero este año fue todo lo contrario”, señaló el gerente general de los Tigres, Audo Vicente, al referirse a las diferentes situaciones que afrontó el equipo para retener la corona.
En mitad de su temporada, los felinos sustituyeron al veterano dirigente José Offerman, quien los había guiado a ganar todo en la pasada contienda, y entregaron la responsabilidad al joven estratega de 31 años Gilbert Gómez.
El nuevo dirigente de los azules logró manejar la baja producción de su Jugador Más Valioso (JMV) en la final anterior, el colombiano Jorge Alfaro, la ausencia por lesión del Jugador Más Valioso de la temporada de 2022-23, Rony Mauricio, y la salida del equipo de peloteros como Mel Rojas Jr. y Miguel Andújar, quienes en su momento eran tercer y cuarto bate en el orden ofensivo, así como también no ser dados como favoritos en ninguna de las fases del torneo local, incluida la final ante las Estrellas.
Con todo y esto, los campeones de Lidom se apoyaron en las actuaciones de figuras como Gustavo Núñez, JMV de la final, y el liderazgo de su capitán Emilio Bonifacio y de la profundidad de su picheo para salir por la puerta grande.
Cuerpo monticular, el fuerte de la plantilla dominicana
Justamente el cuerpo monticular de los Tigres, que encabeza el veterano César Valdez, Jugador Más Valioso de la pasada Serie del Caribe, es el punto fuerte del conjunto de cara a la actual edición en Miami.
Junto a Valdez, los Tigres contarán en su picheo abridor con los brazos del estadounidense Brooks Hall y los cubanos Raúl Valdez, Jorge Martínez y Andy Otero, quienes jugaron en la final para las Estrellas.
En el relevo tendrán a Jonathan Aro, Lisalverto Bonilla, Williams Jerez, Jean Carlos Mejía, Pedro Payano, Wander Suero y los cerradores Jairo Asencio, Fernando Abad (Toros del Este) y Neftalí Féliz (Estrellas).
Desde que tomó las riendas de los Tigres, Gómez ha demostrado ser un dirigente agresivo al momento de manejar el picheo, una herramienta fundamental para prevenir carreras en un torneo con poco margen de error, como lo es la Serie del Caribe.
En la receptoría estarán el colombiano Alfaro, Michael De La Cruz y Webster Rivas.
En el cuadro interior figuran Sergio Alcántara, Ramón Hernández, Dawel Lugo, Gustavo Núñez, Kelvin Gutiérrez (Gigantes del Cibao), Vidal Bruján y Robinson Canó (Estrellas).
Como jardineros están Luis Barrera, Emilio Bonifacio, Yadiel Hernández y Junior Lake (Leones del Escogido).
La ofensiva de los Tigres cuenta con jugadores de experiencia en este tipo de certamen, que pueden hacer contacto con la pelota, con la capacidad para conectar extrabases y buena velocidad al correr en las almohadillas, con lo que apuestan por causar daño a los lanzadores rivales, para con ello lograr retener la corona en la Serie del Caribe.