La silla en la que trabajas podría ser letal. Un nuevo estudio revela que las personas que pasan la mayor parte de su jornada laboral sentadas son un 16 % más propensas a tener una muerte prematura que las que no están todo el tiempo sentadas en el trabajo.
Sin embargo, el estudio taiwanés ofrece a los trabajadores un haz de esperanza: levantarse y moverse un poco durante la jornada laboral o hacer un poco de ejercicio en su tiempo libre reducen mucho el riesgo.
Los investigadores esperan que, algún día, la época en la que nos la pasábamos sentados en el trabajo se considere simplemente otro hábito de antaño no deseado y poco saludable.
“Estar sentado durante mucho tiempo por motivos laborales se considera normal”, comentaron los investigadores. Pero tener más información sobre lo letal que puede ser un estilo de vida en el que uno está sentado todo el tiempo podría “desnormalizar este comportamiento común, así como se desnormalizó el tabaquismo”.
El estudio fue dirigido por Chi-Pang Wen, del Instituto Nacional de Investigación de la Salud de Zhunan, Taiwán. Se publicó el 19 de enero en la revista JAMA Network Open.
Numerosos estudios ya han constatado que, a medida que aumentan las horas diarias que uno se la pasa sentado, disminuye la salud. Y es posible que los peligros de estar sentado no se deban simplemente a que ese tiempo sedentario equivalga a tiempo no dedicado a la actividad.
Según el equipo de investigadores, la postura sentada podría ser especialmente perjudicial: puede debilitar las piernas y el tronco y “aumentar el flujo sanguíneo a las extremidades inferiores”, así como provocar una inflamación de bajo grado, explicó el grupo de Wen.
A su vez, eso con el tiempo podría “conducir a una menor acción de la insulina, diabetes, obesidad, síndrome metabólico y reducción de la función renal”, señalaron.
En el estudio, el grupo de Wen analizó datos detallados sobre la vida cotidiana de casi 482.000 taiwaneses de unos 39 años en promedio. Se recogieron datos sobre su actividad física en el tiempo libre y sobre cuántas horas pasaban sentados en el trabajo. También se hizo un seguimiento de la salud de los participantes durante un promedio de 13 años.
En comparación con las personas que no permanecían sentadas en el trabajo, las que afirmaban estar sentadas la mayor parte de su jornada laboral tuvieron más probabilidades de morir en el transcurso del estudio.
El riesgo aumentaba con la edad y era algo más pronunciado en las mujeres (el 21 por ciento) que en los hombres (el 13 por ciento), según el estudio.
En cuanto a las muertes por enfermedad cardiaca, el grupo de Wen descubrió que las personas que pasaban la mayor parte del día sentadas tenían un riesgo un 34 por ciento mayor que las que no lo hacían. Los riesgos eran más o menos similares en hombres y mujeres.
Sin embargo, los pequeños cambios en el trabajo o en casa sí parecían mitigar todos estos riesgos para la salud. El estudio descubrió que las personas cuyas jornadas laborales consistían en una combinación de estar sentadas y moverse “no experimentaban un mayor riesgo de mortalidad generalizada”.
Para Wen y sus colegas, esto sugiere que las intervenciones en el lugar de trabajo (pausas regulares para realizar actividades o el uso de escritorios de pie en lugar de sillas) podrían reducir los peligros de permanecer sentado durante mucho tiempo.
Según el equipo taiwanés, el ejercicio fuera del horario laboral –un aumento de solo 15 a 30 minutos al día– también produjo una reducción del riesgo de muerte prematura hasta el nivel de una persona que no se sentaba en el trabajo.
La conclusión, según los autores, es que “los cambios sistémicos [en el lugar de trabajo], como descansos más frecuentes, mesas para trabajar de pie, zonas designadas para la actividad física en el lugar de trabajo y prestaciones de afiliación a gimnasios” podrían ayudar a mantener sanos a los trabajadores que, de otro modo, permanecerían sentados.