La sustitución de néctares azucarados por fruta fresca como parte de la alimentación que los estudiantes reciben en las escuelas habrá permitido eliminar la ingesta de unos 18 millones de libras de azúcar por parte de los escolares en los dos últimos cursos lectivos (2022-2023 y 2023-2024).
El Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie) comenzó a aplicar esa medida para reducir el aporte de azúcares a los más de 1.4 millones de alumnos dominicanos, basándose en informes elaborados junto a Salud Pública sobre la incidencia de estas bebidas en el aumento de los índices de sobrepeso y obesidad, que están en el 31.2 %, explicó director ejecutivo de la institución, Víctor Castro, en un comunicado.
Los néctares se servían en empaques de 200 mililitros que contenían en promedio entre 20 y 23 gramos de azúcar. Es decir, en una sola bebida al día los estudiantes estaban consumiendo cantidades cercanas al límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de unos 25 gramos diarios de azúcar para un niño que consume unas 2,000 calorías en promedio.
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Castro resaltó que en sustitución de esos néctares se inició un proyecto de inclusión de frutas frescas que ya cuenta con éxito en su distribución en escuelas de dos provincias del país y espera ser expandido a más de 5,000 centros educativos a nivel nacional.
Al sustituir esos néctares por fruta fresca, se habrán eliminado de la alimentación que los niños reciben en la escuela un total de 8,116 millones de gramos de azúcar, equivalentes a 18 millones de libras, que se habrán reducido de la dieta de los escolares para junio de este 2024, desde la implementación de la medida en 2022.
De este modo se pretende combatir la “pandemia” que representa el sobrepeso y la obesidad en la actualidad, que tienen una relación directa con enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, hipertensión, enfermedades coronarias, algunos tipos de cáncer, entre otras.
En la actualidad, la República Dominicana mantiene el liderazgo en la región del Caribe en cuanto a cobertura del Programa de Alimentación Escolar (PAE), que representa una de las herramientas más efectivas para combatir la malnutrición, llevando alimentación más saludable y educación nutricional.