El despliegue de unos mil policías kenianos que liderarían la misión multinacional autorizada por la ONU para atajar la crisis de seguridad en Haití sigue en punto muerto, pese a la creciente presión internacional.
Ningún movimiento se ha registrado desde que Kenia y Haití firmaron el pasado día 1 un acuerdo bilateral solicitado por los tribunales del país africano para permitir la movilización del contingente de agentes kenianos al frente de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS) en Haití.
Aquel día, el presidente de Kenia, William Ruto, y el primer ministro haitiano, Ariel Henry, presenciaron la firma del acuerdo en una ceremonia en la sede de la Presidencia keniana en Nairobi.
La violencia en la capital haitiana, Puerto Príncipe, ha aumentado significativamente desde que el pasado 28 de febrero se supo que Henry se comprometió a celebrar elecciones antes de finales de agosto de 2025, una fecha muy lejana si se considera que el primer ministro debió concluir su mandato este 7 de febrero.
Mientras Henry se halla actualmente en Puerto Rico, después de que las autoridades de la República Dominicana denegaran su solicitud de aterrizar en el país por razones de seguridad nacional, crece el terror de las bandas que ejercen la violencia en su país.
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Ante ese escenario, la presión internacional sobre Kenia para activar el despliegue también va en aumento, como se deduce de la conversación telefónica que mantuvieron el pasado fin de semana Ruto y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
Ambos abordaron “la actual crisis política y de seguridad en Haití“, informó el pasado sábado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en un comunicado.
Según Miller, Ruto y Blinken “subrayaron el compromiso inquebrantable con el despliegue de una misión de Apoyo Multinacional a la Seguridad para apoyar a la Policía Nacional de Haití en la creación de las condiciones de seguridad necesarias para llevar a cabo elecciones libres y justas”.
El pasado miércoles, Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, reafirmó “la necesidad de tomar medidas urgentes, incluido el financiamiento de la misión de Apoyo Multinacional a la Seguridad, para abordar las necesidades de seguridad del pueblo de Haití”.
Teóricamente, con la firma del acuerdo entre Kenia y Haití debería quedar superado el último obstáculo puesto por la justicia keniana, después de que el pasado 26 de enero el Tribunal Superior de Nairobi prohibiera el despliegue de policías kenianos.
Kenia
El tribunal dictaminó que el Consejo de Seguridad Nacional de Kenia no tiene potestad para mandar a los agentes al extranjero.
Entonces, el juez Chacha Mwita afirmó que ese órgano -formado por el presidente, el vicepresidente, el jefe del Ejército, el director de los Servicios de Inteligencia y el inspector general de la Policía, entre otros- solo podría enviar a los agentes si existiese un “acuerdo recíproco” con el Gobierno anfitrión.
El Gobierno keniano adelantó entonces que presentaría un recurso apelación contra ese fallo, cuya resolución sigue pendiente del fallo del Tribunal de Apelación, que podría rechazar o avalar la decisión de la corte.
Anteriormente, el Parlamento y el Gobierno kenianos habían dado luz verde al despliegue de la misión, a pesar de una primera orden de bloqueo temporal formulada el pasado octubre por el mismo tribunal.
El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó en octubre de 2023 el envío de una misión de apoyo a la Policía Nacional de Haití, en respuesta a la solicitud manifestada un año antes por el primer ministro haitiano para erradicar a las bandas armadas.