La policía peruana rompió el viernes por la noche la cerradura de la puerta de la casa de la presidente peruana Dina Boluarte durante un allanamiento por una investigación preliminar fiscal por presunto enriquecimiento y omisión de declarar en agravio del Estado.
En el allanamiento fueron incautados tres relojes de lujo de la marca Rolex.
Durante la madrugada del sábado, los fiscales y policías que ejecutan la investigación dirigida por el fiscal general, Juan Villena, salieron de la casa de Boluarte y se dirigieron al palacio presidencial.
Al dirigirse al palacio presidencial, entraron sin necesidad de utilizar la fuerza, para continuar con la redada ordenada por un juez de la Corte Suprema.
Allanamientos en casas de mandatarios
Es la primera vez en la historia de Perú que la policía y la fiscalía ingresan por la fuerza al domicilio de un presidente en ejercicio.
Perú, es un país acostumbrado a que la justicia ordene registros en casas de exmandatarios o dicte prisión preventiva para antiguos funcionarios investigados por presunta corrupción.
Los allanamientos al palacio presidencial si habían ocurrido antes.
Las televisoras locales mostraron al filo de la medianoche a policías de la división de investigaciones de alta complejidad rompiendo el seguro de la puerta de la casa de la mandataria.
Utilizaron una maza de metal para forzar la cerradura, tras esperar en vano por varios minutos que alguien abriese.
En una inusual entrevista durante la madrugada, el primer ministro, Gustavo Adrianzén, dijo a la radio RPP que Boluarte estaba en la residencia del palacio presidencial y añadió que lo ocurrido no era “grave”, que se estaba generando “una tormenta donde no la hay”.
El primer ministro, añadió que el trabajo de la fiscalía estaca causando “un ruido político que afecta a las inversiones”.
Adrianzén afirmó, sin aportar pruebas, que existe una “intencionalidad desestabilizadora” para golpear a la mandataria dirigida por los que “manejan el crimen organizado”.
Afirmando que el crimen organizado desde hace 14 meses exigió su destitución en protestas que dejaron 49 civiles muertos en confrontaciones con las fuerzas de seguridad. La pesquisa contra Boluarte “en cualquier otro lugar, no sería más que una anécdota”, agregó.