En los últimos días se han dado a conocer a la opinión pública decenas de sentencias judiciales a médicos y centros de salud por mala práctica o mala praxis, poniendo de cabeza al sistema sanitario de la República Dominicana.
Centros médicos públicos y privados no han estado exentos al brazo de la justicia, con indemnizaciones millonarias a los pacientes que se han visto afectados por las malas praxis, algunos inclusive falleciendo.
N Investiga ha abordado un sinfín de casos de mala práctica en los cuales el común denominador es la lentitud con que actúa el sistema judicial del país, sin favorecer a las víctimas.
Casos como el de Jazmil Polanco, que quedó con los glúteos y las piernas afectadas; o la estadounidense Cheyne Hardeman, quien ha pensado en varias ocasiones recurrir al suicidio, luego de ser afectada por una mala práctica médica en una cirugía en la República Dominicana.
Ramona Núñez, una de las favorecidas con sentencias judiciales contra el sector salud, se mostró agradecida antes las cámaras de N Investiga porque se hizo justicia, a pesar de que lleva años conviviendo con las consecuencias de la mala praxis cometida por la falsa doctora Arelis Acevedo Bonilla y el Centro de Estética y Medicina Preventiva Naturalize, los cuales fueron condenados al pago de RD$991, 224 por contraer una bacteria tras la aplicación de biopolímeros en los glúteos lo que le provocó que dejara de orinar, dolores en los senos, inflamaciones en hígado y la espalda.
“Mis hijos se quedaban en el colegio y a mí se me olvidaba. Me daban unas fiebres. Yo no era esposa, Yo no era madre. Yo no era nadie. Yo estaba muerta en vida. Y yo no quería ni saber de mí. Pero como quiera yo por mis hijos, o luchaba mucho por mi vida y ella me decía que no era nada, que yo me lo estaba inventando”, dijo Núñez, entre lágrimas, a N Investiga.
Otro caso es el de una mujer favorecida con una sentencia emitida en 2023 que condena a Cedimat al pago de 15 millones de pesos, por lo ocurrido a su madre, Paula Antonia Rodríguez Morales luego de una operación en marzo de 2015.
“Ella padecía de un fuerte dolor en la pierna derecha, si no mal recuerdo. Tomamos una cita en neurología en en CEDIMAT. Ahí determinaron que ella tenía una comprensión del canal raquídeo y que lo que necesitaba ella era una operación”, contó.
Adquirió múltiples infecciones tras contraer las bacterias “Enterobacter Cloacae Complex” y “Klebsiella K. Blee”, posterior a la operación y no le habría prescrito antibióticos, juzgándolo por “mala práctica médica en su tratamiento” que le ocasionó la muerte en 2015.
Otras sentencias dadas a conocer recientemente ordena a la Clínica Corazones Unidos el pago de un millón 590 mil pesos a Angelina María Hernández, por la implantación incorrecta de lentes intraoculares, para corregir un problema de visión, como lo explica este abogado que representó a tres de las demandantes favorecidas con las sentencias publicadas recientemente.
Corazones Unidos también fue condenada en otra sentencia de 2023 a pagarle a Milagros Del Socorro Alba 3.5 millones de pesos como compensación por mala práctica durante una operación para colocarse un stent que le corregiría una enfermedad cardiovascular.
El Hospital Traumatológico Doctor Ney Arias Lora también fue condenado al pago de 10 millones de pesos a Félix Julián Encarnación Feliz, quien perdió su pierna derecha en 2018, tras haber sido asistido en 2016 por un accidente de tránsito pero dos años después adquirió una bacteria en el centro de salud tras ser ingresado nueva vez vía emergencia con un absceso.
Pero esta no es la primera sentencia que condena a un hospital público por mala práctica médica, recordando que la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia ya ha sido condenada en 2012 por el caso del niño Josué Burgos, representado por el abogado Gilberto Objío, quien ha representado a varios pacientes favorecidos con sentencias por mala praxis.
Ante una lista que cada vez más se agranda de condenas judiciales por mala praxis, el presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Waldo Ariel Suero, aseguró que en la minoría de los casos pudiese haber un nivel de negligencia, pero “la enorme mayoría no son negligencia médica, es un abuso”.
Juristas y especialistas en derecho médico coinciden en que no debe haber impunidad para los médicos que incurran en mala práctica y clínicas y hospitales que no cumplen con los protocolos correspondientes, además de que los procesos judiciales que involucran servicios de salud no son llevados a cabo a la ligera ya que suelen tomarse desde 2 hasta 13 años.