Ginebra, 10 may (EFE).- Las inundaciones causadas por los temporales que azotan esta semana Brasil, especialmente Rio Grande do Sul, afectaron al menos a 41.000 refugiados en ese estado meridional del país, muchos de ellos procedentes de Venezuela y Haití, advirtió este viernes la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Según datos de la organización, Rio Grande do Sul acoge a más de 21.000 venezolanos reubicados desde el estado de Roraima, en la frontera norte del país con Venezuela y que recibe al mayor número de refugiados.
Además del impacto en poblaciones refugiadas, las inundaciones masivas también han dejado en Brasil al menos 107 muertos y 134 desaparecidos, mientras que los afectados a nivel nacional superan los 1,7 millones.
Lula anuncia paquete de ayuda por 9.800 a damnificados
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció un paquete de ayudas de 50.000 millones de reales (9.800 millones de dólares) al estado de Rio Grande do Sul, afectado por unas inéditas inundaciones que ya han dejado 108 muertos y una enorme destrucción en la región.
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“Está todo el país sensibilizado para atender lo más rápidamente posible a las personas”, declaró Lula en la ceremonia, en la cual insistió en que es “inmediato” atender con urgencia “la tragedia” que afecta a 1,5 millones de personas y mantiene parcialmente bajo las aguas a 425 municipios.
El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, detalló las medidas que serán propuestas al Parlamento, que incluyen medidas asistenciales directas, créditos subvencionados para pequeñas y medianas empresas, y asistencia para productores rurales, trabajadores asalariados, desempleados y beneficiarios de planes sociales.
El paquete también prevé exenciones tributarias o plazos extendidos para el pago de impuestos, y recursos públicos para una “primera fase” de reconstrucción de infraestructuras, en especial puentes y carreteras necesarios para reactivar la actividad económica de ese próspero estado del sur del país.
Haddad subrayó que esos recursos no incidirán en el cálculo del resultado fiscal del Gobierno, lo cual ya ha sido autorizado por el Parlamento, que la semana pasada decidió en ese sentido al declarar a Río Grande do Sul en “estado de calamidad”.
Aclaró además que se trata de una “primera acción” en favor de los damnificados, que será complementada con otras medidas, “una vez que las aguas bajen” y se puede tener una “dimensión más real” de la destrucción causada por las lluvias.
Según Lula, la semana próxima serán anunciadas otras medidas, que contemplan una renegociación de la deuda de Río Grande do Sul con el Tesoro brasileño y también en favor “de las personas que perdieron su televisor o su heladera”, que “para muchos pueden ser poca cosa, pero para los pobres son verdaderos tesoros”.
El presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, garantizó en la ceremonia la “inmediata tramitación” de esa propuesta, a fin de contribuir a “aliviar el sufrimiento” de la población del sur del país.